CENTENARIO (ACE).- El boxeo amateur se propone como una alternativa a la escuela de la calle y a la reunión con cerveza en las esquinas en Villa Obrera. Más de 40 adolescentes de entre 14 y 18 años son entrenados por el preparador Cándido ("Tito) Ceballos "para darles otro ambiente", dice.

Trabajan a diario durante la semana, con varias horas de gimnasia y otro poco de arenga de sueños en el salón comunitario de Villa Obrera. Son unos 40 los que acuden al salón comunitario y no están solos; trabajan con público: algunos amigos, vecinos, y sus padres en algunas ocasiones.

Tampoco faltan quienes se acercan para aprovechar el entrenamiento y hacer gimnasia, en este barrio que ya tiene más de 60 años de crecer, disputándole la orilla al río en un claro de chacras, enmarcado al pie del puente Centenario-Cinco Saltos.

Según el censo de 1993 en el barrio viven unas 700 personas, mientras el registro de la salita de Salud arrojó la atención de unas 1.200 personas; incluida la zona rural.

"He sacado a muchos chicos de la calle, y he visto cómo los cambia. A partir del boxeo se le genera la necesidad de tener un trabajo, ven otro ambiente, recorren la provincia compitiendo y ven otras cosas"; dijo "Tito" Ceballos.

El entrenamiento los entusiasmó con la gimnasia, el boxeo, pugnar por un ingreso para comprarse un par de guantes, ponerse el pantalón de boxeador y tener el equipo de gimnasia.

También exigió un cambio de la dieta y necesariamente aminoró el consumo de cerveza y otros vicios adquiridos en las esquinas, durante el ocio de la noche o del día.

Desde hace un mes que están entrenando y "Tito" aseguró que entre seis y siete jóvenes -que ya venían entrenando en otro lugar- están en condiciones de presentarse para competir en peleas amateur.

"Los papás vienen mucho a ver a los hijos trabajar y a tomar mate. Ahora con el tema de la gripe A se redujo el tema de la gente que está alrededor; pero el tema es hacer algo, porque este es un barrio alejado de todo y esto llama la atención", dijo.

Tito trabaja con otras cinco personas que colaboran en el entrenamiento a los jóvenes, entre ellos el boxeador profesional Omar León, de Vista Alegre y el hijo de Tito, "Ceballitos", también profesional.

El entrenador explicó que los mismos padres le aseguraron que fue importante el cambio de conducta en sus hijos a partir del inicio de la actividad.

"Nos dicen que andaban en la calle hasta las tres ó cuatro de la mañana y ahora a las 11 están durmiendo porque vienen acá y trabajan unas tres horas, luego llegan, se bañan y se acuestan; ya no están en la calle y esto parece poco pero marca la diferencia; algunos comienzan a hacer unas changas para comprarse las vendas y ropa para entrenar, o al menos así es el cuento con el que vienen", sonrió.