El viajero curioso se sorprende en el cuadrante sudoeste de la provincia de Buenos Aires con una serie de monumentales edificios públicos que sobresalen en el paisaje de la llanura por su estilo monumental y detalles decorativos originales.
Son palacios municipales con torres de hasta 30 metros de altura, plazas de impresionante simetría, mataderos que parecen estaciones terminales de trenes, y pórticos de cementerios, donde el volumen de la figura de Cristo multiplica 10 veces una estatura humana normal.
Estas obras fueron realizadas entre los años 1936 y 1940, durante la gestión del gobernador Manuel Fresco, con diseño y dirección técnica del ingeniero civil Francisco Salamone, quien será recordado en los próximos días al cumplirse el cincuentenario de su muerte, ocurrida el 8 de agosto de 1959.
Salamone nació en Sicilia, Italia, pero se radicó de niño en nuestro país y se recibió de ingeniero civil en Córdoba. A los 40 años fue convocado por Fresco para la dirección de un ambicioso plan de obras públicas con la finalidad de dotar a 20 municipios con instalaciones adecuadas.
Asumió el desafío con enorme interés y no se limitó a la construcción de edificios cómodos y amplios, pues desarrolló una arquitectura monumentalista con detalles de estilo art déco, muy en boga en la tercera década del siglo pasado.
El ingeniero Mario Minervino, periodista especializado en el estudio del patrimonio arquitectónico bonaerense, dijo a Télam que "la obra de Francisco Salamone ha sido por años uno de los secretos mejor guardados de la arquitectura argentina".
"Se trata de un conjunto de obras erigidas en pequeños pueblos de la llanura bonaerense, lugares históricamente postergados por el gobierno provincial, a los cuales el gobernador Fresco decidió dignificar en su perfil", sostuvo.
Añadió que "lo singular del emprendimiento fue que el conjunto de más de 70 obras debía realizarse en un plazo reducido, antes de completar su mandato el gobernador, y en sitios donde no era simple llegar con materiales de construcción o tener mano de mano de obra calificada"
El especialista también destacó que "Salamone decidió proyectar cada edificio con un diseño único, recurriendo al lenguaje del art déco, un estilo originario de Francia, decorativo, en el cual se destaca la fuerte presencia de formas geométricas".
El descubrimiento tardío del valor de la obra de Salamone, iniciado en los años 90 por la publicación de un artículo sobre su obra en una revista de arquitectura de Miami, puede ser compensado ahora con una iniciativa conjunta del Instituto Cultural de Buenos Aires y el diputado provincial Juan José Cavallari.
Se trata de la creación de un circuito turístico cultural que incluye a las localidades en donde se encuentran los edificios, pórticos y plazas diseñados hace 70 años por este importante creador.
El recorrido comprenderá a Balcarce, Rauch, Carhué, Guaminí, González Chaves, Salliqueló, Tres Arroyos, Coronel Pringles, Azul, Chillar, Cacharí, Alberti, Vedia, Laprida, Lobería, Pellegrini, Tornquist, Saldungaray y Tres Lomas.
Sobre este proyecto y otros aspectos de la revalorización de Salamone, atendiendo también a la conservación actual del valioso patrimonio que legó a la comunidad bonaerense, se discutirá en la ciudad de Azul, entre el 6 y el 9 de agosto.
En este punto del sur bonaerense, donde el genial proyectista dejó un impresionante portal del cementerio, se realizarán las 'Jornadas del 50§ aniversario de Francisco Salamone', organizado por la Municipalidad con participación de importantes panelistas.
Los responsables del encuentro señalan que el objetivo es académico, para el análisis del significado de la obra de Salamone; pero también de divulgación, a través de la exposición pública de documentos multimediáticos.
La idea es, en síntesis, entender mejor a Salamone y aprender a mirar con ojos distintos sus construcciones de carácter único, auténticos monumentos de la arquitectura creativa en las llanuras bonaerenses.
Télam