El desconcierto los movilizó y los ministros se juntaron. Concertaron líneas y planes para imponer en la gestión del gobierno de Saiz. Planearon más recorridas, y se juraron mejorar la relación entre ellos y mostrarse más aliados, sin internas frenéticas. Esas promesas perduraron pocas horas. Después, cada ministro compartió con los suyos el total descreimiento de lo convenido.
¿Puede existir una gestión distinta, más activa, sin la participación de Saiz? Es difícil. Pero, algunos ministros consideran que pueden intentar alguna reacción, considerando que el gobernador mantiene su resistencia a los cambios, mientras persiste la disgregación gubernamental.
La cena se cumplió el martes en el domicilio de César Barbeito y asistieron Francisco González, Pablo Verani, Omar Contreras, Alfredo Pega y José Luis Rodríguez. Juan Accatino y Cristina Uría no fueron porque no estaban en Viedma. Fue un intento de consenso que se desvaneció con las mismas despedidas. El desconcierto los reunió, pero hay demasiados rencores y desconfianzas entre ellos. También son conscientes que, por un tiempo, continuarán conviviendo.
Hablaron de juntarse más, de coordinar acciones y de recorrer más la provincia. Callaron las asignaturas pendientes.
Después, cada partícipe desmereció el encuentro, con distin-tas modalidades. Se lo trasmitió como una cena más, se lo desautorizó por las diferencias latentes entre los grupos, se renegó de lo que se planificó o se relativizó todo porque reina la desconfianza entre ellos, que sólo comparten aún un espacio porque Saiz se esfuerza -inexplicablemente- en sostener esa convivencia.
La inacción de la gestión sorprende y los ministros recogen esa preocupación. El oficialismo está sumergido en las internas y los proyectos políticos del 2011. No hay iniciativa de Saiz que subordine esos objetivos.
La cena intentó un marco de análisis y renovación gubernamental. La política también emergió. No existieron casi referencias al encuentro de parte del gobierno en Huergo. Pero, en cambio, una única reflexión unánime afloró y se direccionó a criticar el adelantamiento de los tiempos planteados por el vicegobernador Bautista Mendioroz para su candidatura.
La semana última, Saiz permaneció mayormente en Capital Federal. Volvió el jueves a Viedma donde tuvo poca actividad. (AV)