Domingo 02 de Agosto de 2009 Edicion impresa pag. > Carta de Lectores
Un viaje que causó revuelo" 

 

El reciente viaje a Alemania que realizó un grupo de jóvenes allenses pertenecientes a la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (Iglesia Luterana) causó cierto revuelo en el ámbito local. Ha contribuido a eso también una carta publicada en esta misma sección el 15 de junio pasado. Mi intención es ayudar a aclarar algunas dudas pero, también, compartir nuestras experiencias desde la óptica de un "involucrado" directo.

En primer lugar, entre nuestra congregación local y el PANACED no existen vínculos institucionales. Es cierto; el proyecto que trabaja con niños en situaciones difíciles nació en el seno de nuestra comunidad de fe, pero desde hace muchos años el PANACED tiene personería jurídica propia. Sin embargo, durante todo este tiempo (excepto los dos últimos años) la obra recibió ayuda financiera que ha sido gestionada y canalizada a través de nuestra iglesia. Es un compromiso "informal" que asumimos como cristianos y que estamos dispuestos a mantener en el futuro.

Tampoco realizamos el viaje con el fin de conseguir fondos para el hogar de ancianos Pohlmann/Trabandt (que sí está institucionalmente relacionado con la congregación) y/o el PANACED, dado que ambas instituciones son de y para los "allenses" y son éstos los que deberían preocuparse por dar solución a sus problemas? la ayuda del exterior, por bienvenida que sea, no reemplaza el esfuerzo propio ni mucho menos puede liberarnos de nuestras responsabilidades.

El único objetivo de nuestro viaje fue el del encuentro con otro país, otra cultura, otro idioma, otros jóvenes, otra manera de vivir. Y así fue. Nos habían invitado jóvenes luteranos de una ciudad del sur de Alemania. En cierto sentido el viaje fue fruto de una amistad que desde hace más de diez años nos une con jóvenes del Viejo Continente que ya nos habían visitado en varias oportunidades.

Durante un año y medio nos preparamos, organizamos eventos para recaudar fondos, nos informamos sobre la realidad del país anfitrión, su historia, su economía, su cultura, sus problemas? en fin, se trataba de un sueño a punto de realizarse. Hasta que finalmente tocamos suelo alemán: todas nuestras expectativas e imaginaciones fueron ampliamente superadas. Que otro país, una sociedad más justa y más comprometida con la situación del prójimo es posible ha sido una de las primeras experiencias vividas por los jóvenes pero, además, que todo esto no responde a cuestiones culturales (como siempre nos quieren hacer creer) y que el bienestar social y las cosas que simplemente funcionan no son regalos que caen del cielo sino la consecuencia de la actitud individual. "?ellos no son tan diferentes, pero sí, tienen otra actitud?", decía uno de los jóvenes en un programa radial.

Fuimos recibidos por varios intendentes como si fuéramos representantes de un país importante. Y aprovechamos para hacerles preguntas que tenían como trasfondo la situación argentina. En sus respuestas descubrimos las causas de muchos problemas que nos preocupan aquí. Por ejemplo, en ciudades pequeñas y medianas (de hasta 60.000 habitantes) en la campaña electoral para intendente las estructuras partidarias prácticamente no aparecen. Se elige la persona, sus ideas, su capacidad profesional: "?soy afiliado a un partido político, pero la mayoría de los habitantes de la ciudad no sabe de qué partido soy, no le interesa? tengo que ser el intendente de todos; en este sentido soy un ciudadano más, sólo que tengo más responsabilidad?", nos explicó el intendente de Blaubeuren. ¿Y los jóvenes? No los hay que no trabajen, no estudien, no hagan nada; lo que aquí es parte de la normalidad, allá es impensable. El que no quiere estudiar aprende un oficio y tiene salida laboral. De diez jóvenes alemanes, nueve tienen buenas perspectivas; en nuestro país es al revés. Cada día algún integrante me preguntó: "¿Por qué no podemos tener esto en casa?". La única respuesta que tengo es ésta: comencemos por nosotros mismos; cambiemos nuestras actitudes".

Reiner Kalmbach, DNI 92.869.738

(Pastor y coordinador del viaje) - Allen

 

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