Domingo 02 de Agosto de 2009 Edicion impresa pag. 43 > Cultura y Espectaculos
Los consejos de una diva

La conjunción que se produce en cada función entre el público y los actores hace que no se pueda hablar de repetición como muchos sostienen para Alfredo Alcón cada función es distinta , nunca se repite, porque el público no es el mismo y uno tampoco, auque digas el mismo texto. Gracias a Dios que es así porque sino seríamos sólidos y uno es líquido que fluye y una palabra o una mirada nos modifica".

"Cada maestrito con su librito", dice el refrán y el modo de Alcón de abordar cada obra resulta siempre interesante. "Yo leo continuamente el texto -sostuvo-; todos los días antes de la función vuelvo a leer la obra porque es la partitura de donde salen los colores que a lo mejor esa noche aparecen en la función, es un alimento para mí".

"Además -acotó-, para estudiar la letra la escribo para descubrir con claridad la arquitectura con la que el autor escribió su pensamiento".

Fue precisamente un diálogo inesperado con Berta Singerman quien le abrió nuevas posibilidades para abordar un texto.

Singerman, quien llenaba estadios para escucharla decir poesía se ofreció para contarle algunos de sus secretos. "Si le sirven los usa, si no le sirven puede romperlo como a una carta de amor", le dijo la última de las grandes divas.

"Cuando tenga un poema -sugirió la Singerman- léalo sin poner voz de actor, ni de recitador, sin ninguna emoción previa. Vea la construcción: si usted respeta dónde va la coma, cómo es de larga la frase, usted va a obtener una respiración y al tener la respiración tiene el estado, el sentimiento del que se puede partir". (Télam)

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