Tras su paso por Cosquín 2009 y su posterior gira por Europa y EE. UU, con una actuación incluida nada menos que en el Carnegie Hall de Nueva York, Horacio "Chango" Spasiuk vuelve a nuestra región para presentar "Pynandí - Los Descalzos", su último disco, producido por el compositor estadounidense Bob Telson (el mismo de "Bagdad Café").
La gira del músico por la región es inmensa, y llega luego del aplazamiento que tuvo como consecuencia de la emergencia sanitaria por la gripe A.
Lo cierto es que ahora podrá dar su vuelta por la región. El músico estará el jueves 13, en Roca; el viernes 14 en Bariloche; el sábado 15, a las 21.30, en San Martín de los Andes, en el Centro Cultural Cotesma, (Roca 1154); y el domingo 16, en el Teatro Español de Neuquén a la misma hora.
Pynandí, en guaraní, significa pies descalzos, imagen que evoca marginalidad y pobreza, digno trabajo en la tierra a cielo abierto, o también esa envidiable libertad de andar en patas en los juegos de la infancia.
También significa un lugar del mundo de donde Spasiuk y su música vienen.
Para esta magnífica obra Chango compuso "El Camino", "Suite Nordeste", "Tristeza", "Infancia", entre otros temas, e interpreta chamamés como "Alvear orilla" del maestro Isaco Abitbol y "La Ratonera" de don Ernesto Montiel.
Lo acompañan Sebastián Villalba en guitarra y voz, el guitarrista Marcos Villalba también en percusión, Víctor Renaudeau en violín, la violonchelista Heleen De Jong, Juan Pablo Navarro en contrabajo, la percusión de Alejandro Oliva y el joven guitarrista chaqueño Marcelo Dellamea, invitado especial.
El compacto, presentado el 5 de junio en el Teatro Coliseo de Buenos Aires, cuenta además con la participación del Tilo Escobar, acordeón a botonera en "La Ratonera"; Héctor Chávez, voz en "Viejo caballo alazán"; y Pablo López, violín barroco de 1791 en "Mejillas coloradas".
El oficio del músico
"La música es mi oficio y mi manera de expresarme ante los demás, ante el mundo, ante todo lo que me rodea. Es una forma de comunicarme con lo demás y eso trato de hacerlo en función, seguramente, de mis sentimientos; que a lo mejor estará relacionado con el lugar donde nací, con mi crianza, con mis preguntas y cómo fui alimentándolas, con mis necesidades y cómo he profundizado en ellas. Y cuando digo necesidades hablo de las relacionadas con mi interior. Al preguntarme y caminar, se ha ido construyendo, no sé, o aflora, un modo de ver las cosas, de vincularme, de usar la música como herramienta; no sólo como se suele tomar, como entretenimiento sino como una oportunidad de reflexionar colectivamente", dice el "Chango" en la entrevista con "Río Negro".
"Estoy haciendo lo que hago desde que tengo diez años y a medida que va pasando el tiempo, las situaciones y las circunstancias, la vida que me transformando y me va impregnando, y todo lo que voy adquiriendo en el camino, me va modificando?", insiste. Y agrega: Yo, simplemente, lo voy aceptando y viviendo, y trato de estar atento a ese proceso. Atento a que no es sólo lo que se ve, lo que sucede, sino a encontrarle un significado, una enseñanza, mientras voy andando, accionando dentro de mis posibilidades, de mis limitaciones y mis herramientas", agrega el músico.
-La música que has construido ¿te traduce?
-Totalmente. Me expresa, me expresa. Es un modo de decir, así es como veo las cosas ahora, este es mi punto de vista y es lo que tengo para compartir con los demás. Esa mirada es una construcción, algo relacionado con todo lo vivido, todo lo que hay hacia atrás.
- ¿Te transparenta aún en tus dolores, en tus caídas, en los momentos internos duros?
-Los duros y los buenos son parte de lo que llamamos momentos? Ambos son legítimos y aceptados por mí."
-Pero solemos ponernos máscaras para vivir, nos camuflamos, nos protegemos y mostramos el mejor perfil.
-Creamos un personaje con el cual hacernos un lugar en la vida. El tema es hasta dónde soy vivido por él, hasta dónde hay espacio para que aparezca algo más y pueda prestarle atención. Muchas veces esa creación nuestra funciona tan bien que no queremos soltarla ni a palos. Pero, qué tan verdadera es? Funcione o no. Ahí está cómo, en mi cotidianeidad, hago un espacio para reflexionar sobre otras cuestiones.
Por ejemplo: cómo, en la manera de vivir que tengo y me impone la sociedad y yo entro en ese juego de mi actividad, de mis responsabilidades, de mi trabajo, de mis roles y demás; cómo con todo eso, administro mi tiempo para crear un ámbito de reflexión sobre cuáles son las cuestiones realmente importantes de la vida. A qué cosas debo prestarle atención. Últimamente estoy aprendiendo mucho sobre eso y trato de hacerme un espacio.
- ¿Aprendiendo de vos mismo, de tu hija (Lucía, 11)??
-De todo lo que me rodea. No sobrevalúo más una situación que otra. ¿Cómo decirte? (Silencio) Cómo correrme del estereotipo de buen hombre, buen padre, hombre de familia? No quiero hablar en esa dirección, pero es como un personaje. ¿No sé porque estoy entrando ahí? Por otro lado en mi disco hay una dedicatoria, como si fuese un oráculo. Un oráculo porque?
Se produce un nuevo silencio en la charla. Los ojos de Chango se mueven a la velocidad en que parece buscar la idea adecuada.
"Mi vínculo con mi hija hace que yo reflexione mucho sobre mí. No solamente sobre mi rol de padre, sino sobre qué tengo para dar, qué puedo dar. Sobre las cuestiones de la vida. En ese sentido se termina convirtiendo en un oráculo", dice finalmente.
Y agrega: "Ese vínculo es tan importante que me hace reflexionar sobre cómo y desde qué lugar me acerco a él, qué tan atento me aproximo. No sólo porque las reglas ya están dadas, yo soy padre, ella hija. Importa qué tan atento estoy a toda esa transferencia que allí sucede. Y cuando se está atento, todas las cosas adquieren un significado diferente, todo lo que hay en la vida. Y la música, tocar un instrumento y un oficio no es solamente lo que creemos. Y mi relación con el otro no es solamente lo que creía. Entonces? Me fui casi de la pregunta, pero, en ese sentido me gusta estar atento y desde allí hago. Tratando de correrme de los roles de buen hombre, del personaje. No sé cómo vas a escribir todo esto? (Ríe)
- Tal cual lo estás diciendo.
-La música indudablemente expresa, porque la que yo construyo parte de mi mundo emocional, no de un mundo intelectual. En el emocional las cosas se sienten, no se piensan. Entonces, cuando compongo, parto de un sonido que resuena y está conectado con un sentimiento. Sonreír, por ejemplo, que no es divertirse. Sonreír, ese estado de gracia de subirse a un árbol, jugar, recuerdos de la infancia, momentos de tranquilidad o de tristeza? No pienso o reflexiono si es bueno o malo, qué es mejor o peor, simplemente me detengo en la sensación y desde ella hay un sonido que sostiene todo lo que luego termina llamándose una composición. Y así está hecho un disco. Parte de una idea.
Eso está en "Puinandí" (así lo pronuncia en guaraní); eso hay en todos los temas de "Descalzo". Muchos de esos sentimientos son de tristeza, de sonrisa, de un estado de contemplar, de caminar, de preguntarme. Sí, estoy mostrando un montón de cosas mías, cómo estoy parado ante la existencia, si se puede decir. O, por lo menos, cómo intento pararme."
- Hace minutos dijiste limitaciones. Viéndote tocar, viendo cómo se relacionan tu cerebro, tus emociones, tus dedos con el instrumento, parece un mundo ilimitado?
-Pero cuando digo límites, hablo de la aceptación de que no estoy tocando como pienso que me gustaría tocar. Toco como puedo. Se puede tocar mucho más todavía? Y la música puede desarrollarse de un modo mucho más complejo, más amplio o más profundo, o más en todas las direcciones posibles.
- O más simple.
-Más simple, también. Trato de hacer lo mejor hasta donde yo puedo llegar. Tengo mi talento, mis herramientas, pero soy conciente de mis limitaciones intelectuales, de concepto, de manejos técnicos. Es sumamente liberador aceptar las propias limitaciones. Me encanta como toca Raúl Barboza, pero no puedo tocar como él. Acepto que nunca voy a tocar así. Siento que lo mío va por otro lado. Aceptar las limitaciones técnicas para hacer determinadas cosas, libera porque toda mi atención está puesta en lo que sí puedo realizar y hacia dónde puedo ir, que es construir mi música, por ejemplo.
"Yo no creo un contexto sonoro en el cual toco y digo qué bien ejecuto el acordeón allí.
Mi modo de expresarme es la construcción misma de ese contexto. El ensamble, su sonido, la elección de las composiciones, de recrear a otros compositores, todo eso hace a mi concepto, y éste a cómo yo me estoy expresando. De esa manera me siento muy bien, no necesito más."
- Joaquín Sabina, en "El pirata cojo", enumera "los hombres que nunca seré"?
-Muchas veces invertimos tanto tiempo en tratar de ser lo que no somos y nos perdemos la fantástica posibilidad de descubrir lo que somos, que es algo inmenso.
No hay que invertir en compararse y ser lo que no se es porque nos alejamos de la posibilidad de ver lo que realmente somos. Cada uno, indudablemente, tiene algo para decir en un contexto colectivo.
Hay que atender a cuál es mi relación en ese contexto y la aceptación está muy cerca de todo ello.
Una parte, no el final
""Pynandí" es parte de mi obra ahora, no es el final de nada. Es un principio también.
Para llegar a "Pynandí" tuve que hacer un montón de cosas más y todo junto es la base de lo que vendrá. Un cierre y un comienzo", explica el "Chango" Spasiuk.
"Terminar un disco es una oportunidad de sacarlo; sacarlo es un oportunidad de comunicarlo; comunicarlo es una oportunidad de generar espacio donde tocarlo. Tocarlo es una posibilidad de hacerlo en vivo, viajando en un montón de direcciones, enfrentando situaciones nuevas. En todo eso hay una riqueza que ya, intrínsicamente, abre nuevas puertas. Ahora estoy parado acá y desde este lugar voy a dar el paso siguiente y desde allí, otro más?"
"Si yo pienso que es posible ser Chango, voy a ver todo lo que hay alrededor mío. Aceptar mis limitaciones permite que pueda caminar de un modo ilimitado, que vea todo lo que me rodea y disfrutarlo.
Y que todo eso me sirva para enriquecer mi música y mi vida.
Por eso la frase de (Ludwig) Wittgenstein: "De lo que no se puede hablar, mejor guardar silencio", que está en el disco. De lo más importante no se puede hablar.
Torpemente estoy hablando en esta entrevista de cosas que no puedo transferir a través del lenguaje conceptual.
Para mí tiene sentido lo que toco, lo que digo a través de la música. Tiene sentido tocar, componer, dar un concierto en vivo. Ese es el lugar donde es un poquito más objetivo todo para mí.
Medianamente tengo que hablar y cuando lo hago, prefiero que sea para que otro diga: ¿yo qué pienso, me he preguntado con respecto a esto, cómo estoy parado ahora?", dice él.