BUENOS AIRES.- La fuga de capitales de Argentina alcanzó a los 11.195 millones de dólares el primer semestre del año, según datos del Banco Central que salieron a la luz este fin de semana.
Las cifras de la autoridad monetaria revelan además que desde el inicio de la crisis financiera global, a mediados del 2007, unos 43.180,7 millones de dólares de ahorros de argentinos salieron del sistema financiero local y fueron girados al exterior o guardados en cajas de seguridad.
En el segundo trimestre de este año, en coincidencia con la campaña electoral para los comicios legislativos que se celebraron el 28 de junio, la fuga de capitales alcanzó los 5.519 millones de dólares.
"La demanda de billetes en moneda extranjera se incrementó en la última parte del mes de junio, y registró una posterior caída a partir de la fecha de las elecciones nacionales. Esta caída en la demanda de billetes en moneda extranjera se profundizó a lo largo de los días del mes de julio", aseguró el Banco Central en uno de sus documentos llegados a la prensa.
Según un informe de la consultora privada Econométrica, "los principales factores que alientan la salida de capitales son el notable deterioro del superávit fiscal, en combinación con la falta de acceso a los mercados de deuda".
En tanto, las reservas internacionales de Argentina se situaron sobre finales de junio en 46.026 millones de dólares, con una disminución de 360 millones de dólares respecto del nivel de finales de 2008. "De todos modos, el stock se mantiene en niveles históricamente elevados, triplicando los niveles de fines de 2001", afirmó el Banco Central. En los tres meses anteriores a las elecciones legislativas, y a pesar de las medidas oficiales adoptadas para frenar o demorar la demanda de dólares, la salida de capitales fue de u$s 5.519 millones.
¿De dónde salieron esos dólares? Esos fondos fueron financiados con las divisas que ingresaron por el comercio exterior que sumaron en esos seis meses u$s 10.204 millones, en gran parte por la fuerte caída de las importaciones, y préstamos del exterior. Aún así, el Banco Central tuvo que resignar unos u$s 360 millones de sus reservas para cerrar las cuentas.
Esto significa que los fuertes superávits generados por el comercio exterior ingresaron por una ventanilla y salieron por otra. No quedaron en el país y eso tuvo un efecto claramente contractivo porque se trata de fondos que no se canalizan en inversiones y mayores gastos internos. En su mayor parte fueron guardados bajo el colchón o en cajas de seguridad o salieron al exterior.
De los datos del Banco Central se desprenden que entre enero y junio del 2009 se registraron los siguientes movimientos:
? Los ingresos por balanza comercial: u$s 10.204 millones.
? La demanda por los pagos por intereses y el giro de utilidades y dividendos sumaron u$s 2.812 millones. Así el resultado de la cuenta corriente fue de u$s 7.392 millones, casi u$s 800 millones menos que en igual período del 2008.