Desde que Boca llegó a Austria no para de trabajar. El viernes se instaló en Linz y trabajó por la tarde, y ayer a la mañana el plantel que conduce Alfio Basile se movió bajo las órdenes del PF, Carlos Dibos, en la etapa más dura para los jugadores: fuerza y resistencia. Encima por la tarde habrá otro turno.
El plantel fue dividido en tres grupos para realizar trabajos de fuerza y resistencia, en los cuales tuvieron que correr con sogas y saltar distintos bancos. Por su parte, los arqueros fueron sometidos a un incesante peloteo.
La puesta a punto física y futbolística es el gran cometido de un plantel que se prepara para el duelo de mañana a las 14, ante el Lask local.