Sábado 01 de Agosto de 2009 Edicion impresa pag. 34 > Policiales y Judiciales
Investigan los frecuentes conflictos en el Hogar Convivir
Amenazaron a operadores en otro episodio violento en el instituto de Bariloche.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Por los graves incidentes registrados con frecuencia en el Hogar Convivir, donde la Justicia aloja a los menores de edad en conflicto con la ley Penal, el juez de Instrucción Martín Lozada sigue una investigación derivada de la presunta facilitación de la fuga de un joven y otra referida al funcionamiento ordinario de la institución.

El último episodio grave ocurrido en el Hogar se produjo el pasado 16 de julio, cuando dos de los tres menores allí alojados amenazaron a los dos operadores presentes con un destornillador y otro objeto punzante y los obligaron a franquearles la puerta para salir a comprar bebidas alcohólicas. Cuando los menores regresaron, unos 40 minutos después, ya habían llegado al instituto, convocados por los operadores, el director, José Luis Funes, y la jefa del turno. Cada vez más alterados, los jóvenes tomaron el control del Hogar y uno de ellos, mediante amenazas con un destornillador, se retiró con el dinero y el celular de un operador.

"No les ofrecen tratamiento para sus adicciones y cada tanto se brotan", explicó un operador, y justificó de esa manera no haber requerido la intervención del policía que estaba de custodia en otro sector del Hogar. Señaló que "no hay capacitación ni herramientas para tratar con menores tan conflictivos", que el esporádico trabajo de una psicóloga no podía valorarse como tratamiento y que los bajísimos sueldos que ofrece la Provincia no alientan a los especialistas a trabajar en ese área.

Son abundantes los hechos de violencia registrados en el Hogar Convivir, pero el episodio que impulsó al juez Lozada a realizar una investigación de fondo ocurrió a las 20:45 del 31 de marzo en un quiosco, cuando un menor armado con un revólver intimó al joven propietario a entregarle la recaudación. El comerciante entregó el dinero, tarjetas telefónicas y cigarrillos, pero ensayó un reproche que concluyó cuando el asaltante le apoyó el revólver en el pecho y le anunció "ahora te voy a matar". Tres veces gatilló el delincuente sin poder dar en el blanco, y momentos después lo detuvieron con el dinero en su poder. El juez de turno ordenó su internación por tentativa de homicidio, pero horas después funcionarios del Hogar lo habrían inducido a fugarse. Lo volvieron a detener a la semana siguiente, cuando trató de hurtar elementos de otro quiosco, pero volvió a fugarse y otra vez lo detuvieron, y en esa ocasión el juez Lozada ordenó que lo internaran en un instituto de la provincia de Buenos Aires.

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