SANTIAGO.- Ocupaciones de terrenos por parte de indígenas mapuches y enfrentamientos con la Policía mantienen en tensión al sur de Chile, mientras el gobierno advirtió que aplicará mano dura y no negociará la recuperación de las tierras ancestrales a las que aspiran los indígenas si sigue la violencia.
Según el comisionado presidencial para asuntos indígenas, Rodrigo Egaña, el gobierno no puede dialogar con las comunidades que utilicen la agresión para dar a conocer sus planteamientos. "El gobierno ha dicho que no va a negociar con las comunidades en conflicto. La violencia no resuelve nada. Por el contrario, perjudica porque estigmatiza a los pueblos indígenas", dijo Egaña.
Los mapuches, la mayor etnia indígena de Chile, reclaman desde el siglo XIX la devolución de las tierras de sus ancestros, principalmente en la región de la Araucanía (650 km al sur de Santiago), zona en la que habitan.
El jueves un policía resultó herido tras un intento de desalojo a un grupo de comuneros mapuches que había tomado el fundo de un empresario agrícola. También se produjo la toma de un colegio y el martes último un bus de pasajeros fue apedreado por miembros de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), una de las facciones más violentas de la etnia.
Estos hechos se dan tras la reciente detención del dirigente de la CAM Héctor Llaitul, acusado de liderar el atentado al sur del país en el que resultó herido un fiscal en 2008.
El miércoles el gobierno anunció que presentará una querella contra los responsables de la violencia invocando la Ley de Seguridad Interior o Ley antiterrorista, que multiplica por tres la pena con la que se sanciona un delito grave.
"Este tipo de cosas es absoluta y totalmente inaceptable", expresó el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, justificando la medida.
Según Egaña, desde 1994 a la fecha se han transferido más de 650.000 hectáreas a las comunidades indígenas, 35% durarte el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet. (AFP)