Parece un espejismo pero es realidad. Un espectáculo desagradable y se está convirtiendo en un foco de contaminación. En el barrio San Lorenzo, en la calle Buenos Aires al 1.700, entre Rosario y La Rioja, la rotura de un caño de agua potable ha creado una inmensa laguna artificial que tiene al borde de un ataque de nervios al vecindario. Personal de ARSA hizo un intento de arreglo. Pareció duradero pero duró lo que un suspiro. Se rompió a las pocas horas y la laguna sigue creciendo. Los pobladores, si no se soluciona este tema a la brevedad, harán una presentación ante la Defensoría del Pueblo de la provincia. |