CALVIÁ (España). - Lo intentó sin éxito el miércoles en la casa cuartel de la Guardia Civil de Burgos y un día después lo logró: ETA mató ayer a dos jóvenes guardias civiles al hacer explotar una potente bomba lapa junto a un cuartel del instituto armado en la isla española de Mallorca. El grupo armado perpetró su primer atentado mortal en las Baleares un día antes de cumplir 50 años, lo que dejó a España en alerta roja para hoy.

Poco antes de las 14 (12 GMT) se produjo una fuerte explosión junto a una de las dos dependencias que la Guardia Civil tiene en Palmanova, en el municipio de Calviá.

Los dos agentes, Carlos Enrique Sáenz de Tejada, de 28 años, y Diego Salva Lezaun, de 27, se encontraban en un vehículo todoterreno del instituto armado que quedó completamente destrozado por una bomba lapa activada por control remoto. Se disponían a llevar el todoterreno a un taller para su mantenimiento.

"No tienen ninguna posibilidad de esconderse" y "pasarán su vida en la cárcel", advirtió a los terroristas el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.

Según confirmó el delegado del gobierno en Baleares, Ramón Socías, no hubo heridos, pese a que el lugar del atentado suele estar muy concurrido en estas fechas. Palmanova, situada en el oeste de Mallorca, es una de las zonas más turísticas de la isla, con 30.000 plazas hoteleras, y se encuentra en verano llena de visitantes. El lugar del ataque terrorista está cerca de varios hoteles, un centro de salud y el correo.

Las fuerzas de seguridad establecieron un perímetro de seguridad de dos kilómetros alrededor del lugar de la explosión ante el temor de que pudiese haber otro artefacto en la zona. Los turistas quedaron recluidos en sus hoteles como medida de seguridad. Allí no había más bombas, pero la Guardia Civil halló tiempo después otra cerca del segundo cuartel que tiene en Palmanova. Se encontraba adosada a otro vehículo y la hizo estallar de forma controla.

La "operación jaula" dejó a Mallorca aislada durante unas horas tras el ataque: se cerraron el aeropuerto y los puertos de la isla para impedir la fuga de los terroristas, lo que causó importantes retrasos en el tráfico aéreo europeo y en el marítimo, y la Guardia Civil sacó sus patrulleras de costa y sus helicópteros para peinar Mallorca en busca de los etarras. Según el delegado del gobierno en Baleares, podrían tener una vivienda e infraestructura en la isla.

El atentado de ayer tuvo lugar poco más de 24 horas después de que ETA intentase perpetrar una matanza en la casa cuartel de la Guardia Civil de Burgos, en el norte de España. Allí hizo explotar en la madrugada del miércoles y sin aviso previo una furgoneta bomba con más de 200 kilos de explosivo mientras dormían los agentes y sus familias, en total casi 120 personas. De ellas, 65 resultaron heridas leves.

La zona del atentado de Mallorca dista unos siete kilómetros del Palacio de Marivent, la residencia de la familia real durante las vacaciones estivales. Ni los reyes, Juan Carlos y Sofía, ni los príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, se encontraban aún en Mallorca, donde tienen previsto llegar durante el fin de semana.

En sus 50 años de existencia, ETA ha matado a 858 personas en su intento de lograr la independencia del País Vasco del resto de España. De esas víctimas, 206 eran guardias civiles, incluidos los dos que murieron ayer.