SÃO PAULO.- Brasil y Chile se declararon preocupados ayer con la instalación de tres bases estadounidenses en Colombia, lo que se tradujo en un pedido de explicaciones a la administración de Barack Obama y un llamado a convocar al Consejo de Defensa Sudamericano.
Los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y Chile, Michelle Bachelet, pidieron ayer que sea convocado el Consejo de Defensa Sudamericano el próximo 10 de agosto en Quito, cuando está prevista una reunión de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) para debatir la instalación de las bases en Colombia. "A mí no me agrada una base estadounidense más en Colombia", afirmó Lula en conferencia de prensa conjunta con Bachelet en la metrópoli brasileña de São Paulo.
"Pero como no me gustaría que (el presidente de Colombia, Álvaro) Uribe diera una opinión de lo que yo hago en Brasil, no voy a dar pálpitos de las cosas de Uribe", sostuvo. "Ya que nos vamos a reunir el día 10 en Quito en la Unasur, podríamos convocar al Consejo de Defensa para que hiciéramos una reunión sobre el problema de la soberanía de nuestras fronteras", completó.
"Va a ser Quito el momento para que podamos hablar con franqueza de todos estos temas" ya que "hay países que están inquietos por esta situación", dijo a su lado la mandataria de Chile, que ejerce la presidencia pro témpore de la Unasur.
Por su parte, los cancilleres de Brasil, Celso Amorim, y España, Miguel Ángel Moratinos, anunciaron en Brasilia que pedirán explicaciones a Estados Unidos sobre las bases y alertaron contra una militarización en Latinoamérica. "Vamos a estar en contacto con Colombia y con Estados Unidos para que nos expliquen, nos digan, las razones de esta nueva apertura de bases", dijo Moratinos tras una reunión bilateral con Amorim en Brasilia. Moratinos llamó a "evitar una militarización de América Latina", aunque reconoció que "las bases son una cuestión bilateral entre Colombia y Estados Unidos".
Brasil también pedirá informaciones a las autoridades estadounidenses a través de su embajador en Estados Unidos, dijo Amorim, tras indicar que ya recibió información de Colombia.
El tema despierta "preocupación, porque nosotros vivimos en un continente pacífico y la presencia de bases de países de fuera del continente Sudamericano es siempre algo que nos gustaría entender mejor", sostuvo Amorim.
El gobierno colombiano anunció recientemente que permitiría el uso controlado de tres de sus bases por Estados Unidos dentro de la lucha antidrogas, lo que Venezuela consideró una amenaza.
Tras ese anuncio, las relaciones con Caracas comenzaron a ganar tensión. El lunes, Bogotá denunció que fueron decomisados a las FARC lanzacohetes antitanques vendidos por un fabricante sueco a Venezuela en 1988.
El martes, el presidente venezolano congeló los lazos diplomáticos con Colombia y ordenó la retirada de su embajador en Bogotá. (AFP)