NEUQUÉN (AN).- Los cuatros grupos que presentaron ofertas para la construcción y operación de la presa Chihuido I propusieron pagar el emprendimiento con hasta un 66% de financiamiento propio. Pero como hay que analizar los costos que cada grupo hizo de la obra (entre 1.200 y 1.700 millones de dólares) y el precio que pretenden para la energía que generará la central hidroeléctrica (con costos fijos de entre 13.000 y 23.000 dólares por mes), la comisión evaluadora se tomará "un par de semanas" para decidir quién ganará la compulsa.
El gobierno neuquino quiere tomar decisiones lo antes posible porque pretende que el 1 de enero 2010 se coloque la piedra fundamental. No será sólo un hecho simbólico: para iniciar las obras es preciso desviar primero el río Neuquén, una maniobra que sólo puede hacerse en el verano, cuando los caudales son bajos.
De la tediosa apertura de los sobres y no sólo del acto posterior participaron el gobernador Jorge Sapag, la vicegobernadora Ana Pechen y el secretario de Energía de la Nación, Daniel Cameron.
Los grupos tuvieron la oportunidad de mejorar sus ofertas desde el 11 de junio hasta ahora. Algunos de ellos hicieron cambios sustanciales (de resignarse a no calcular el precio de la energía que generará Chihuido I a ponerle un valor) y otros presentaron una alternativa de esa segunda propuesta.
Al grupo conformado por Benito Roggio, Corsán Cobián, Esuco y Súpercemento no le aceptaron un cambio que hizo en la oferta superadora: proponía cambiar el tipo de presa, la de materiales sueltos y pantalla de hormigón del proyecto por una de cemento. El asunto se analizará en la comisión evaluadora que compone Neuquén y la Nación
La propuesta de Electroingeniería, OAS-CTC e Hidrocuyo tiene dos ingredientes en la fase del financiamiento: una garantía de préstamos del Banco de Córdoba que ahora deben analizar si se tiene en cuenta y un documento más firme del Banco de Desarrollo de Brasil (Bndes), como adelantó ayer "Río Negro". De todos modos, esta última oferta exige, a juzgar por lo que ayer se dijo en la mesa de apertura de sobres, la garantía del Estado argentino.
Las Industrias Metalúrgicas Pescarmona (Impsa) propusieron un 30% de financiamiento propio, sin agentes financieros. Por no ajustarse la propuesta alternativa a los preceptos del proceso, se reservó la oferta en la escribanía general de gobierno para su análisis, si la básica es la más conveniente.
La sociedad entre Cartellone y Odebrecht presentó tres propuestas porque pudo mostrar una alternativa al mejoramiento de la oferta.
Para Elías Sapag (h), el hermano del gobernador que conduce la unidad ejecutora del proyecto, quedó demostrado el interés de las empresas y se puso en evidencia la competencia entre las ofertas.