Jueves 30 de Julio de 2009 Edicion impresa pag. 34 > Policiales y Judiciales
Caso Hidalgo: no hubo alegatos pero sí acusaciones y misterio
Declaró un testigo protegido en la penúltima jornada del juicio por el crimen de Regina.

ROCA (AR).- Los últimos seis testigos del juicio por el crimen de la adolescente de Villa Regina Nadia Hidalgo pasaron ayer por la tarde ante la Cámara Criminal Segunda de Roca. Una vez más la sala se colmó de familiares y amigos de la víctima y de los allegados de los dos jóvenes procesados: Iván Garrido, presunto autor del ataque a puñaladas que terminó con la vida de la chica, y Natali "Bum Bum" Carrillo, supuesta encubridora del hecho ocurrido en el barrio San Martín de Regina en febrero de 2008.

A partir de las 17.30 de ayer estaba previsto recibir las declaraciones de los testigos restantes y dar inicio a los alegatos, pero diversos contratiempos demoraron el desarrollo de la audiencia y el tribunal decidió postergar las exposiciones de las partes para otro día, que aún no fue fijado.

Un testigo de identidad protegida se dejó para el final, cuando todos los pasillos del quinto piso del edificio de Tribunales habían sido desalojadas. Sólo los funcionarios judiciales y los abogados de las partes pudieron permanecer en la sala cuando ingresó el testigo por una puerta trasera. Nadie, a excepción de ellos, sabe su nombre, su edad ni su vinculación con las partes. Sólo se sabe que desde el inicio de la investigación, esa persona cuenta con extrema protección de la Justicia.

Otro testigo, traído desde La Pampa, también declaró a puertas cerradas tras conseguir que el tribunal aceptara su pedido especial de no hablar ante los imputados ni el público "por temor".

"Iván era violento, quiso cortar con una botella a una amiga mía, igual que a la vecina que le cortó la cara y a la madre que a veces le quería pegar. Tendría que haber estado preso desde antes pero estaba en la calle y tuvo que matar a Nadia para ir preso", declaró sorpresivamente y con firmeza un joven del barrio, de apellido Martínez, quien brindó una de las declaraciones más fuertes de la jornada de ayer y quien no dudó en a firmar que estaba "muy enojado" con Garrido "por lo que hizo con Nadia". El chico reprodujo lo que le había contado su cuñado, quien a su vez, había recibido la versión de un joven a quien Garrido le habría confesado la autoría del crimen. "Viste que vos decías que no me daba para poner (matar) a un chabón, al final puse a una chabona ¿querés venir a ver?", le habría dicho Iván a ese último joven, según la versión del testigo.

El momento más difícil de la jornada llegó apenas abierta la audiencia, cuando la madre de Nadia Hidalgo debió practicar un reconocimiento de cuchillos. De un lote de casi 15 unidades, se le pidió que identifique cuáles eran los que ella tenía en su casa en la época del crimen. Sin saber con qué fin, la mujer separó cinco cuchillos. Luego supo que exactamente esas cinco eran las armas que había secuestrado la policía dentro de su departamento, en el lugar mismo del asesinato y que, entre esas, estaba la usada para matar a su hija.

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