¿Cómo ven los jóvenes al mundo adulto?¿Qué le cuestionan o reclaman?¿Qué pasa en los barrios dónde viven? ¿Cuáles son los problemas que más les preocupan?. Cualquiera de estos interrogantes puede ser el disparador de un guión que deberá terminar plasmado en un video que sólo podrá durar un minuto.

Porque la consiga es esa, que los jóvenes logren en 60 segundos reflejar en lenguaje audiovisual, algún aspecto de su vida y del ejercicio de sus derechos.

El programa de UNICEF “Un minuto por mis derechos” que en el país lo desarrolla la fundación Kine, recaló en esta ciudad. Desde abril, unos 15 chicos del programa Comunidades Vulnerables del municipio cipoleño, participan de la propuesta.

Hoy después de la parálisis obligada por la pandemia de gripe A, retomaron sus actividades. Lo hicieron con la presencia de la coordinadora de los talleres a nivel nacional y de la responsable de Comunicación de la fundación Kine que arribaron a Cipolletti para dar el último espaldarazo a los jóvenes, antes del tramo final que concluirá en octubre con la presentación de los videominutos.

Este viernes Anabel Fernández Rey y Valeria Pertovt, continuarán con su trabajo en Viedma, la otra ciudad de Río Negro que participa del programa.

“El proyecto se está llevando a cabo en esta provincia y en Neuquén desde hace cinco años. El objetivo de esta visita es trabajar con los equipos locales. En este caso particular para analizar cómo continúan las actividades después del receso obligado”, contó Pertovt .

Sobre la propuesta de UNICEF, explicó que está destinada a jóvenes de entre 13 y 18 años, en situación de riesgo. “Que compartan, que vean que las problemáticas que tienen son compartidas, que no están solos, que se puede trabajar en grupo, son algunos de los objetivos del proyecto que busca a través de la creatividad generar conciencia en los adultos sobre los derechos vulnerados de los jóvenes”, amplió.
Pertovt aseguró que “más allá de lo que muchos puedan pensar, hay un montón de videos que no son tristes, porque los adolescentes recurren mucho a la ironía para, por ejemplo, cuestionar la relación con los adultos”.

Y explicó que la propuesta consiste en que cada grupo genere alrededor de 3 videominutos, distribuyéndose los roles. “A los que les gusta escribir hacen el guión, los que prefieren filmar utilizan las cámaras, otros hacen la música o la eligen y de esta manera se potencia el trabajo en equipo”.

En cuanto a los números del programa contó que en los cinco años que lleva de desarrollo participaron 12 provincias y la ciudad de Buenos Aires, unos 2.100 jóvenes y se realizaron más de 350 videominutos.

María Luján Venier, Agencia Cipolletti