Si creemos en el psicoanálisis, deberemos creer también que el azar tiene un papel menor en la vida de las personas. No es una casualidad que la madre del primer hombre que pisó la Luna se apellide Moon. Y eso para empezar. El hecho de que la televisión, en particular, y los medios, en general, necesiten de la participación de psicólogos tampoco es fruto de lo aleatorio. La neurosis de una sociedad que paga sus deseos en tres a seis cuotas sin interés, tiene un espejo cruel en el cual mirarse: la pantalla chica. ¿Quién mejor entonces que un buen profesional para dar curso coherente al discurso televisivo que parece disparado al cielo infinito?
En esas labores anda Gabriel Rolón desde hace largo rato: otorgándole un espacio público a aquello que solía permanecer en la intimidad. En otras palabras, Rolón trasladó parte de lo que ocurre en la sesión a un auténtico escenario mediático. Pero el psicoanalista no se muestra muy dispuesto a aceptar todas las reglas del juego. Como hijo de otro pueblo, como el típico hombre que se ha inventado a sí mismo, Rolón puede y quiere darse alguna licencias existenciales. En la picadora de carne: mantiene el fuego sagrado de lo natural en la mirada.
Con los años ha transfigurado en ícono de la cultura televisiva. Sus incursiones con Florencia de la V, o el fallecido Fernando Peña, hablan por sí solas acerca de su influencia. A esto debe sumársele una serie de participaciones relevantes en conocidos programas (por espacio de 14 años trabajó junto a Alejandro Dolina en "La venganza será terrible"). Fuera de la pantalla y de la radio, Rolón también se ha destacado como conferencista y tiene publicados libros -"Historias de diván" y "Palabras cruzadas"- que son un éxito de ventas. Y sobre los que vendrá a hablar este sábado a Roca (Casa de la Cultura, a las 22) y el domingo, a las 21, en el Rainbow Casino Magic de Neuquén.
-Freud ponía sus manos en la cabeza de sus pacientes para sacar alguna verdad o clave verbal que permanecía oculta. ¿Se le ha ocurrido hacer algo semejante?
-No, esa técnica fue probada por Freud al comienzo de su práctica, cuando deja la hipnosis. Él pensaba que cuando un paciente se quedaba sin recuerdos, si aplicaba algún tipo de estímulo podía a lo mejor vencer la resistencia. Entonces le decía: "cuando yo le ponga la mano sobre la frente usted va a recordar algo, dígame de que se trata". No pensaba él que tenía un don curativo en sus manos, sólo lo utilizaba como un estímulo. Pero la práctica le demostró que esta técnica no era de ninguna utilidad. Por eso la abandonó hace más de cien años? mal haría yo en querer resucitarla en el siglo XXI.
-¿Cuál es el mayor de los deseos de Gabriel Rolón?
-El mayor de mis deseos es bastante burgués. Poder ayudar en la felicidad de los que amo. No tengo sueños de trascendencia, de encumbramiento académico ni de fortuna. Vengo de una familia muy humilde y aprendí que las cosas importantes pasan por el contacto con los afectos. Y no lo digo como un lugar común. De verdad. Tal vez la muerte de mi padre terminó de confirmarme eso. No hay fortuna ni logro que iguale a un mate con el viejo.
-¿Su exposición pública afecta de algún modo la mirada o la forma en que se conduce hacia usted el paciente?
-A veces sí. Al principio. El paciente cree que me conoce porque me escucha o me ha leído. Poco a poco se va dando cuenta de cómo funciona el análisis y que el importante en el consultorio no soy yo sino que es él. Vamos aprendiendo juntos como relacionarnos. Porque tampoco yo me relaciono de la misma forma con todos mis pacientes.
-¿Por qué las personas retorcemos todo, por qué nos hablamos en los sueños y en clave, por qué el misterio? (Entiendo que si no hubiera misterio ni perversiones tal vez tampoco habría psicoanalistas)
-Seguramente no habría psicoanálisis sin misterio, sin simbolismos a descifrar. Porque eso indica la existencia del inconsciente, concepto sin el cual los analistas no tenemos razón de ser. Dos son las exigencias para que exista un análisis, y por ende un analista, la existencia del inconsciente y la presencia de la angustia. Si eso no se da, si no hay sufrimiento y un misterio a resolver para el sujeto, no hay psicoanálisis.
-La Biblia comienza con un "En el principio era el Verbo". ¿Querrá decir esto que desde el principio de los tiempos el psicoanálisis estuvo ahí?
-Seguramente no. Pero lo que sí puede querer decir es que desde el principio somos seres atravesados por la palabra. Y esto que la Biblia anticipa de un modo tan poético y encriptado, los analistas hemos podido descubrirlo de manera más cruda y darle una entidad teórica y técnica. Yo diría que en el principio fue el Verbo? y en el final también. Porque cuando se acaba la palabra desaparece el hombre como tal.
-¿Me podría decir qué es el amor?
-Un camino de llegada. Hay quienes piensan que el amor es un flechazo que nos impacta y se queda en nuestras vidas. Eso es confundir el amor con el enamoramiento. El amor es el producto de un largo recorrido, de aprendizaje, de renuncias y aceptación del amado y de nosotros mismos. No es fácil? ni siempre tan recomendado porque, como decía un viejo dicho, hay amores que matan.
-Y siguiendo con este tema, una amiga me ha dicho que en la vida de cada cual hay: el amor de nuestra vida y el hombre o mujer de nuestra vida. Que son cosas distintas ¿qué le parece?
-No lo sé. Todo depende si el amor y el deseo han permanecido juntos o se han separado. Si uno ama a una persona pero ya no la desea porque ese deseo carnal y potente se dirige hacia otra, tal vez su amiga tenga razón. Pero hay gente que ha logrado mantener unidos en una sola persona el amor y el deseo. En esos casos la verdad de su amiga tambalea.
-El apellido materno del segundo hombre que pisó la Luna, Buzz Aldrin, era Moon. Y cómo ese hay muchos otros ejemplos. ¿Estamos (pre) destinados por el lenguaje?
-Creo que el nombre no es algo casual. El nombre manifiesta un deseo de los padres volcados sobre un niño. Cuando un chico llega al mundo ya lo está esperando un nombre que otros eligieron para él. Y él deberá hacerse cargo de qué han depositado en ese nombre. Por ejemplo, don Ernesto Sábato lleva el nombre de un hermano que había muerto. Eso es muy fuerte. Y creo que si uno recorre su literatura se va a dar cuenta de cómo influyó en él esto de venir a ocupar el lugar de un muerto. Las palabras son poderosas, pero siempre está el sujeto que es alguien único e irrepetible y que puede hacer lo suyo con eso. En cuanto al destino, me parece una idea poética, muy griega, pero no creo en él.
-¿Es usted, a esta altura, un ícono pop?
-No sé que sería ser un ícono pop. Soy un analista al que le gusta comunicarse con la gente, estar cerca de ella. No mucho más que eso.
-¿Qué pecado no puede cometer un psicoanalista?
-Tener sexo con un paciente.
-¿Es posible el goce cuando se es hiperconsciente del goce como sin duda a usted le debe ocurrir?
-Espero que no, porque goce es una palabra que para los lacanianos significa dolor y angustia. Pero cambiémosla por placer si le parece, y en ese caso debo decir que sí, que muchas veces experimento el placer, casi siempre ligado a los afectos, los libros, la música y, por qué no, la mejoría de algún paciente.
-¿Entre el dolor ajeno, los programas y los libros, tiene espacio para analizar su propio escenario psicológico?
-Sí. Yo me analizo hace 25 años. No dejaría de hacerlo porque es mi espacio, mi momento. Además siempre le doy vueltas a mis ideas y mis decisiones antes de tomarlas. Trato de hacerlo desde un buen lugar, sin enojos, sin euforias, con la mayor tranquilidad posible. Así y todo, me equivoco bastante.
-¿En algún sentido no le parece que el psicoanálisis anula por discurso la posibilidad del azar en la vida de las personas? Lo digo porque, al final, "todo" siempre estaba allí -el teorema y la solución- en la estructura del lenguaje. En los signos que heredamos de nuestros padres y ellos de los suyos y así.
-Es probable. De hecho, sabemos que la vida influye fuertemente y golpea al sujeto. No nos podemos olvidar de la fuerza de la realidad para hacer un psicologismo absurdo. Pero, en lo personal, no creo en el azar.
CLAUDIO ANDRADE
candrade@rionegro.com.ar
