River sigue encerrado en su propio laberinto. Su entrenador, Néstor Gorosito, insiste con la necesidad de refuerzos y los dirigentes, con la necesidad de vender para traer.
El problema es que los tres jugadores que River ofrece para recaudar y comprar-Diego Buonanotte, Oscar Ahumada y Paulo Ferrari- no interesan a otros clubes y, en las últimas horas, los tres manifestaron que no se quieren ir.
Así las cosas ¿le conviene a River desprenderse de tres de sus mejores jugadores? ¿Qué sentido tendría contratar nuevos jugadores si se supone que vendrían a potenciar un equipo que incluiría a Buonanotte, Ahumada y Ferrari.
Nombre por nombre
Los dirigentes y el entrenador manejaban nombres para reemplazarlos, aunque los pretendidos tomaron distintos caminos o no prosperaron las negociaciones que hubo por ellos. Ante la posible venta de Ferrari surgió el nombre de Pablo Pintos, pero el destino del uruguayo será San Lorenzo, mientras que para suplantar a Ahumada mencionaron a Guillermo Pereyra y Cristian Pellerano.
"Estoy muy cómodo, no me iría nunca de River. Es algo que depende más del club que de mí. Si se da un cambio, debería ser para un gran crecimiento económico", explicó Ahumada.
"Para escuchar una oferta me tiene que seducir mucho porque estoy en uno de los clubes más grandes del mundo. Quiero que River vuelva a estar en lo más alto, donde estuvo siempre", remarcó Ferrari.
Las opciones de Buonanotte quedaron en rumores que llegaron desde Portugal, primero, y del Besiktas, de Turquía, después. "Ya estoy mentalizado en arrancar el campeonato con River", aseguró Buonanotte.
Entonces, por ahora no habrá compras, porque no hay ventas, y Gorosito, aunque no le guste, en este semestre se deberá arreglar con lo que tiene, que para los dirigentes no es poco.
