BUENOS AIRES (ABA).-¿Aprendió Cristina la "lección" que le dieron las urnas el pasado 28 de junio? Ayer, antes de la reunión en la que la Presidenta admitió limitar a un 5 por ciento la reasignación del presupuesto, un dirigente del oficialismo que no es K rabioso, describió la situación con una metáfora boxística: "hay una situación de debilidad. Por eso es urgente esforzarse y ordenar al peronismo para respirar hondo y llegar al rincón. Hay una especie de nocáut técnico y el árbitro ya le contó 7 al gobierno".

Y efectivamente, muchos de los legisladores que escucharon el mensaje de Cristina Fernández, admitieron que se está en un punto de inflexión. El diputado Jorge Recalde repetía que el gobierno ya está leyendo correctamente lo que pasó hace un mes.

"Hay un punto de discusión menos y ahora podremos debatir y consensuar lo que interesa a la sociedad", acotó el diputado José María Díaz Bancalari, en clara referencia a las retenciones a las exportaciones de granos que mantienen abierto peligrosamente el conflicto con el campo y siembra semillas de rebeldía en la propia tropa.

"Hay una agenda que construir sobre política agropecuaria", recitó Edgardo De Petri. "Maduró una situación, pero no hay plan canje para dejar sin efecto el modelo de inclusión social", agregó Patricia Vaca Narvaja.

El anuncio de la primer mandataria, recordó el jefe de la bancada de senadores del FpV, Miguel Pichetto, no hizo más que dar excelente acogida a una iniciativa que "razonable y responsablemente" le habían hecho llegar los radicales Gerardo Morales y Ernesto Sánz.

Es decir que la Presidente se apresuró a "abrir el paraguas" antes que la oposición, en sintonía incluso con algunos parlamentarios del oficialismo, avancen más de los aconsejable en materia de retenciones y otros ítems. Por ejemplo, en el Senado, las bancadas no K pretendían frenar las actualizaciones tarifarias en materia de gas.

La crisis financiera internacional, la situación de los pobres, desocupados, jubilados y otros sectores de la clase media, fueron puestos en el centro de la escena por la Presidenta, que habló de subsidios y obras públicas asignados a ese fin. Los contrapuso con "los intereses concentrados de los que más tienen".

Cristina decidió apurar los tiempos y conceder algo en esta instancia en la que los ánimos siguen crispados, y no esperar hasta diciembre, cuando el Congreso le resultará mucho más adverso.

ARNALDO PAGANETTI
(ABA)