El ex financiero Bernard Madoff pudo alguna vez comprar prácticamente todo lo que pudieran recomendarle los decoradores para sus casas, pero en el último lugar donde vivirá necesita otro tipo de asesor, uno especializado en prisiones y que se ha vuelto cada vez más frecuente para los delincuentes de cuello blanco. Madoff _quien cumple una condena de 150 años de prisión en el Complejo Correccional Federal de Butner, cerca de Raleigh, Carolina del Norte_ no es el único individuo que recurre a un especialista a fin de prepararse para la vida detrás de las rejas.
Desde la personalidad de la TV Martha Stewart hasta el ex jugador de la NFL Michael Vick, varias celebridades, ex ejecutivos y políticos caídos en desgracia han contratado a consultores carcelarios, a fin de buscar un buen lugar en la prisión, hacer más llevadera la duración de la sentencia y entender mejor la cultura dentro de un reclusorio.
La semana pasada, una investigación amplia sobre corrupción derivó en la detención de 44 personas, incluidos funcionarios públicos y líderes religiosos de Nueva York y Nueva Jersey, que pronto podrían ser clientes nuevos de estos asesores. La Oficina Federal de Prisiones está al tanto del trabajo de los consultores, pero la agencia considera sus peticiones como cualquiera del público en general, aseguró la vocera Felicia Ponce.
Los consultores dicen que nunca prometen un buen lugar en la prisión y que el cabildeo por esa prerrogativa es sólo un aspecto de lo que hacen por sus clientes. ``Esto es como ir a un país extranjero donde uno nunca ha estado: diferente idioma y costumbres de la gente'', dijo Tim Miller, del servicio de consultores Dr. Prison (Doctor Prisión), con sede en San Diego.
``Cuando la gente entra al sistema, le ayudamos en formas en que ellos quizás no esperan'', Miller dice que su firma evalúa inicialmente la conducta de su cliente en la prisión y luego da los consejos necesarios. Frecuentemente, se recuerda a los otrora famosos o poderosos que ya no pueden dar órdenes a quienes están a su alrededor, o se insta a la gente más tímida a jugar naipes o hablar de deportes, para no parecer antisocial.
Según Miller, se aconseja a los clientes permanecer con gente de su raza, sin importar cuán incluyentes pudieran haber sido en el mundo exterior y se les recomienda nunca permitir que alguien se meta delante de ellos en la fila para la comida. Se les advierte que los ambientes de dormitorio común son más explosivos que los de celdas individuales y que la mayoría de los altercados ocurre en la sala de TV.
Los consultores cobran desde unos cientos hasta miles de dólares por esos consejos y ayudan a que el encarcelado sortee cada aspecto de su reclusión, desde que se le sentencia hasta que sale libre, si ese fuera el caso.
Herbert Hoelter dijo que decidió ayudar a Madoff como un favor para Ira Sorkin, abogado del ex financiero, pero no recibe paga, pues el defraudador está en la ruina. Hoelter, quien se preparó como trabajador social y fue pionero en estas consultas, cofundó en 1977 el Centro Nacional sobre Instituciones y Alternativas, una organización sin fines de lucro con sede en Maryland, que ha representado a Stewart, a Vick y a los financieros Michael Milken e Ivan Boesky.