La mujer indigente, como tantas de ese más del 11 por ciento de la población argentina, va a comprar un litro de leche y se regocija por juntar las monedas necesarias para darle alimento a sus hijos, al menos por ese día
La mujer indigente, como tantas de ese más del 11 por ciento de la población argentina, va a comprar un litro de leche y se regocija por juntar las monedas necesarias para darle alimento a sus hijos, al menos por ese día. Sus hijos, algunos seguramente futboleros, apenas podrán ver un solo partido por TV por no poder pagar un servicio de cable.
Esa u otra mujer, sea cual fuere su estado socioeconómico, llora el asesinato de su hijo al que le robaron sus zapatillas, como cientos, miles de muertes cobijadas en la inseguridad. Esa mujer implora justicia para que el homicidio no quede impune y que haya una condena dentro del acotado uno por ciento de los expedientes judiciales que llegan a sentencia.
La mujer que compró la leche se va feliz del negocio y ni siquiera piensa que el 10,5 de lo que paga va al Estado Nacional por el IVA. La mujer que perdió al hijo paga los impuestos para que, entre otras cosas, sirvan para pagarle a la policía y a los funcionarios que dan la estrategia de seguridad. Los clubes de fútbol cargan con una deuda sólo en sueldos de unos 40 millones de pesos, los mismos que reciben millones de pesos por derechos de televisación de sus partidos y la transferencia de sus jugadores, ahora en declive.
La AFA, empujada por los dirigentes de clubes de fútbol, se queja porque tiene que pagar el IVA pues considera que da una función social, al margen de pagar sumas siderales a sus jugadores, que hasta han llegado a pedir públicamente que no se den los números de lo que ganan "por cuestiones de seguridad". También suele levantar la voz para gritar que la seguridad es una función del Estado y que es éste, con su plata -es decir de todos, incluidos a los que les importa un rábano el fútbol- se haga cargo de esos costos. Días atrás, el presidente de Banfield, Carlos Portell, pidió que los clubes no paguen "seguridad ni IVA como las empresas" Seguridad, IVA, televisación y ahora un nuevo Prode, tapado por las apuestas por internet que mueven millones...y el fútbol no obtiene nada.
El presidente de la AFA, Julio Grondona, hace sonar cadenas fantasmagóricas sobre el comienzo del fútbol, a sabiendas que ningún gobierno soportó estoico presiones del poder de la pelota, sea por las pasiones que conlleva como por las preocupaciones que suele anestesiar. Hasta la Casa de Gobierno irá Grondona para obtener algo más de lo que ya tiene el fútbol supermillonario, aún con crisis y en un país subdesarrollado. Grondona dispara contra los agentes que exprimen las arcas de los clubes y apunta por ello a la FIFA, de la que es vicepresidente desde hace años.
Pero para la AFA -Grondona-, lo que dice la FIFA es palabra santa aún con los perjuicios que conlleve. En cambio, Grondona amenaza con sacarle puntos a los clubes que siendo inhibidos presenten amparos ante la Justicia, pese a que la Constitución Nacional sostiene en su artículo 14 que entre los derechos está el de "peticionar ante las autoridades".
El presidente de Independiente, Julio Comparada, admite "incumplimientos generalizados" de clubes y la AFA en cuanto a la "transparencia" de sus situaciones económicas y financieras. Comparada hace más de un año que renunció a la secretaría de Hacienda de AFA por no tener acceso a sus números. ¿Qué hizo para que Independiente no figure en esas generalidades? Portell, además de los pedidos al Estado, salió a quejarse de "grupos económicos que nada tienen que ver con el deporte que blanquean sus capitales con el fútbol.
Después se retiran a sus actividades y al club no le queda dinero". El próximo paso de Grondona será ir a la Casa de Gobierno, como fue cuando estuvo Alfonsín, cuando estuvo Menem en la plaza del "sí" en tiempos en que sectores ortodoxos reclamaban la "peronización" de la AFA. Aún soportando a los agentes FIFA, aún sin ese nuevo orden que reclama Comparada, aún negociando con grupos empresarios que según Portell blanquean dineros con el fútbol, Grondona va por más a la Casa Rosada. Mientras una mujer indigente ruega por conseguir las monedas para la leche y otra llora a su hijo.
(DyN)