El estado de Felipe Massa, víctima de un violento accidente en el Gran Premio de Hungría, sigue mejorando y su recuperación es "fantástica y maravillosa", dijo ayer Dino Altman, su médico personal.
"Responde a las preguntas que le hacen con coherencia. Y hace preguntas por propia iniciativa. Es una señal de una recuperación fantástica y maravillosa", estimó.
Y agregó: "en cuanto a su fractura de cráneo, nada indica que pueda suponer un problema en su rehabilitación. La cavidad ocular fue afectada, pero no el globo, ni el nervio óptico. Cualquier consideración sobre su visión es una especulación".
Por parte su Peter Bazso, director del hospital AEK de Budapest, aclaró que "si su estado mejora a este ritmo, podrá irse en un plazo de siete a diez días y hasta podría salir caminando".
Altman dijo que "era capaz de comunicarse en tres lenguas, inglés, portugués e italiano.Está orientado, sabe dónde está su derecha, su izquierda y no tiene tampoco problemas con la vista".
"Por primera vez Felipe manifestó hambre y deseo de comer alguna cosa, pero no le es posible recibir alimentación sólida", dijo a su turno su padre Titonio.
Massa no consigue recordar aún lo que sucedió, pero si acontecimientos pasados, lo que es una "buena señal". Felipe abrió el ojo izquierdo y se supo que puede ver, afirmó Altmann.
Sobre su reemplazo en al butaca de Ferrari, versiones señalan como el candidato principal a Michael Schumacher, descartados los pilotos de prueba, Luca Badoer y Marc Gené.
En España se habla sobre otra opción: Fernando Alonso. La versión creció a partir de la suspensión de la casa francesa, que no le permitiría correr en Valencia.