VIEDMA (AV).- La Justicia rionegrina se declaró incompetente en la causa abierta para investigar las denuncias por troqueles apócrifos de medicamentos adquiridos el año pasado por el Estado provincial. La causa penal fue derivada a la Justicia Federal de Viedma, quien después trasladó el expediente a Bahía Blanca.
La venta de esos medicamentos correspondió a la droguería Gavazza, quien fuera también proveedora de la partida del Yectafer adulterado que afectó a varias personas en el 2004, con la muerte de la joven Verónica Díaz.
Esta nueva investigación -que se originó en agosto pasado- concluyó con el retiro de Gavazza del registro de proveedores del Estado rionegrino.
Antes, Salud había denunciado un faltante de productos oncológicos adquiridos, cuya provisión también pertenecía a esa droguería de Bahía Blanca.
Los troqueles falsos detectados por el Ipross pertenecían a los "programas especiales", es decir, medicamentos para enfermos oncológicos, HIV y artritis, de alto costo económico. La conducción de la obra social remitió los expedientes a la Fiscalía de Investigaciones Administrativas. Después, el fiscal Pablo Berraz presentó una denuncia penal, pero el juez Carlos Reussi entendió que los hechos por investigar pertenecían al fuero federal. Así fue que se remitió el caso al juzgado Federal de Viedma, a cargo de Mirta Filipuzzi, quien, a su vez, evaluó que la responsabilidad del caso correspondía a su par de Bahía Blanca. Estas derivaciones recuerdan un similar periplo para la causa Yectafer, actualmente en un juzgado federal de Capital Federal.
En su denuncia, los técnicos del Ipross expresaron que el troquel "es la única herramienta que posee la obra social para efectuar el monitoreo de la prestación, pues resulta imposible auditar en terreno y en tiempo real cada uno de los procesos del expendio de medicamentos por farmacias o droguerías".
Los troqueles se incorporan a la "factura o remito para corroborar que el producto fue entregado al afiliado", como también "obtener información precisa sobre el producto que está avalado por el INAME"; y "especificar detalles del producto con los números y/o códigos de barra que figuran en él".
En el caso investigado, la identificación del producto "no corresponde al número de certificado de aprobación otorgado a la especialidad por la autoridad Sanitaria Nacional, pero sí se corresponde con las normas en vigencia emanadas desde la Subsecretaría de Regulación y Control de la Nación, organismo que actúa en concordancia con el INAME".
En la operatoria de los programas especiales, las droguerías remiten a las delegaciones los medicamentos, sin el troquel correspondiente. El mismo después se incorpora a la documentación que la droguería envía a la Casa Central del Ipross para el cobro de la provisión.
La falta de concordancia en la numeración de los troqueles investigados después fue confirmada -en su gran mayoría- por la la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).