WASHINGTON.- La jueza de origen puertorriqueño Sonia Sotomayor dio ayer un paso de gigante en su carrera por convertirse en la primera hispana que entra en la Corte Suprema de EE. UU. -y sólo la tercera mujer de su historia- al lograr el voto mayoritario a su nominación en la Comisión de Justicia del Senado.
La candidata del presidente Barack Obama obtuvo 13 votos a favor frente a seis en contra por parte de los senadores integrantes de la Comisión, que en semanas previas examinaron exhaustivamente sus 17 años de carrera.
Sólo un republicano, Lindsey Graham, votó a su favor, junto con los 12 demócratas representados en el organismo. Esto, unido al hecho de que la votación fuera aplazada una semana, constituye una muestra de la fuerte división partidaria en torno a la candidata elegida por Obama, pese a lo cual se da por descontado que su nominación será confirmada definitivamente a más tardar la semana próxima.
En el centro de la resistencia republicana a la elección de la juez de origen puertorriqueño están unos comentarios que hizo en 2001 acerca de cómo la condición de mujer y "latina sabia" eventualmente podrían llevar a una magistrada a tomar una mejor decisión judicial que un colega del sexo opuesto y no miembro de una minoría racial.
Algunos senadores republicanos la acusaron de "racista" a raíz de esas palabras y pusieron en duda su imparcialidad judicial en casos donde haya una implicación racial, posibilidad que la magistrada negó vehementemente durante la intensa semana de audiencias ante la Comisión senatorial que vivió a comienzos de mes. Aun así, tras el resultado de ayer se considera seguro que el conjunto del Senado confirmará su recomendación para el cargo la próxima semana -antes del receso de verano del 10 de agosto-, ya que la cámara cuenta con mayoría demócrata de 60 asientos.
"Si estando en la Corte inspirara a jóvenes mujeres, particularmente a latinas, eso será una buena cosa", señaló tras la votación de ayer el senador Lindsay Graham, el único republicano de la Comisión que dio el sí a Sotomayor, de 55 años.
Según explicó en rueda de prensa tras la decisión de la Comisión, la magistrada no sólo tiene "más experiencia que cualquier otra persona nominada para la Corte Suprema en cien años".
Además, su biografía como hija de humildes inmigrantes puertorriqueños asentados en el popular barrio neoyorquino del Bronx, que logró con sus esfuerzos licenciarse con los máximos honores en las elitistas universidades de Yale y Princeton constituyen la "esencia de la historia de América", consideró el republicano, parafraseando de este modo a Obama, quien al nominarla a finales de mayo la había definido como la "encarnación del sueño americano". (DPA)