TEHERÁN.- Las autoridades iraníes pusieron ayer en libertad a 140 detenidos durante las protestas contra la reelección del presidente, Mahmud Ahmadinejad, al mismo tiempo que ordenaron el cierre inmediato de la prisión de Kahrisak, donde se encerró a la mayoría de los detenidos, informaron medios estatales.
Los detenidos salieron de prisión tras pagar una fianza. Entre ellos se encuentra también la abogada defensora de los derechos humanos y de las mujeres Shadi Sadr, que fue casi secuestrada por las autoridades hace casi diez días en plena calle. Sadr representaba también a la defensora de los derechos humanos Shiva Nazar Ahari, encarcelada a su vez en Teherán el mes pasado.
Según las autoridades de la Justicia, se encuentran aún en prisión 300 manifestantes que acusaron al gobierno de fraude. Contra unos 150 pesan acusaciones por posesión de armas, destrucción de la propiedad pública o conexión con grupos políticos proscritos, informó ISNA citando datos oficiales. Además, el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, ordenó el cierre inmediato de la controvertida prisión de Kahrisak, en el sur de Teherán, alegando "estándares insuficientes para atender los derechos de los prisioneros", citó la agencia de noticias Mehr al diputado Kasem Yalali.
En la prisión se encerró a la mayoría de los manifestantes detenidos en las últimas semanas durante las protestas contra los resultados de los comicios presidenciales del 12 de junio. El lugar fue también escenario de la muerte de algunos manifestantes en circunstancias poco claras.
El juez supremo iraní, el ayatolá Mahmud Hashemi Shahrudi, pidió a una comisión el lunes un análisis exacto sobre la situación de los detenidos. Además, ordenó que los prisioneros sobre los que no pesara ningún cargo grave fueran puestos en libertad a cambio del pago de una fianza en un plazo de una semana. (DPA)