SAN ANTONIO OESTE (ASA)- Funcionarios del Ministerio de la Producción anunciaron que el viernes por la mañana se realizaría en la secretaría de Trabajo de Viedma un encuentro entre el titular de ´Marítima San José´, Francisco Caló, los delegados de los trabajadores y representantes de la cartera.
En ese cónclave, el responsable de la firma, que mantiene una importante deuda con sus obreros y se ha manifestado al borde la quiebra, deberá definir si consiguió algún tipo de aval financiero para salvar la situación o directamente asume el cierre definitivo de la planta pesquera, que mediante un convenio transitorio comenzó a funcionar autogestionada por los trabajadores.
"Supuestamente el empresario concurrirá a esta reunión con alguna propuesta en firme para resolver la situación de la pesquera y sus empleados" dijo Daniel Lavayén, secretario de producción.
Más allá de que las expectativas de los obreros están puestas en la reunión del viernes, el desasosiego volvió a reinar entre ellos ya que ven peligrar la posibilidad de seguir adelante con la precaria relación de servicios establecida con ´Calme´, la primera firma que les aportó pescado para la realización de fasón.
"Los empresarios de ´Calme´ subrayaron que ellos estuvieron dispuestos a ceder pescado como una forma de colaborar con los obreros, para que pudieran garantizarse un mínimo ingreso mientras se resolvía el problema con ´San José´, por eso el reclamo de subir el precio que estaban dispuestos a pagar por el kilo de materia prima procesada les resultó inconveniente" manifestó Juan Ortiz, el titular del ´Sindicato de los Trabajadores de la Industria de la Alimentación´ (STIA).
Ayer, aunque los obreros de la virtual cooperativa desistieron de los reclamos iniciales de achicar la diferencia de entre 40 y 50 centavos por kilo que existía entre el valor comercial de mercado real y el que percibirían según lo propuesto por ´Calme´, los responsables de esa firma no definieron ante los delegados si pretendían mantener en pie la relación iniciada, y hasta últimas horas de la tarde mantuvieron a los empleados pendientes de la posible entrega de una nueva tanda de mercadería para procesar, que finalmente no llegó.
Para sumarle más nubarrones al difícil panorama, pese a las gestiones iniciadas para evitar el corte del suministro eléctrico, la deuda de 15 mil pesos que tiene la planta aún no fue abonada, y mediante algunos contactos establecidos con Edersa sólo se consiguió que la anunciada interrupción del servicio se pospusiera para mañana a la noche, generando un mínimo plazo extra para tratar de resolver quién y cómo aportará el dinero para impedir que la pesquera se paralice.