Un médico en el punto de mira. Fármacos contra la ansiedad y el insomnio adquiridos con recetas a nombre de otros. Una falsa autopsia y una falsa confesión. Y, además, tres niños inmersos en la desgracia de una familia que nunca se ha llevado bien. Al cumplirse un mes de la extraña muerte de Michael Jackson, poco se sabe. Una muerte tan extraña como lo fue su carrera. El rey del pop aún no descansa en paz.
Cuando murió, Jackson apenas se relacionaba con los miembros de su familia. Sólo mantenía un vínculo estrecho con su madre, Katherine, de 79 años, a la que ha dejado la custodia de sus tres hijos. A su padre le acusó en público de haberle pegado y forzado a trabajar siendo un niño. Con sus hermanos sólo se hablaba esporádicamente pero todos se referían a él como si tuvieran una comunicación habitual.
Un ejemplo: La Toya en una comparecencia de prensa en 1993, después de que se conociera el primer caso de un supuesto abuso de menores, le acusó de "crímenes contra niños pequeños". Luego se retractó. Ahora ha compuesto una canción a su hermano muerto, de título Home, que, según MTV, editará el martes.
En el acto de homenaje público del pasado 7 de julio, los tres hijos del cantante permanecieron junto a su otra tía, Janet. Su relación con Michael no era mala. Ahora quiere ejercer de madre adoptiva. Ha dicho recientemente que dará "los pasos necesarios para criarles si es lo que quieren ellos", según reveló recientemente el periodista del programa Inside Edition Jim Moret. Todo para protegerles del abuelo, Joseph Jackson.