NEUQUÉN (AN).- La falta de pago a proveedores está afectando peligrosamente la provisión de medicamentos en el hospital Eduardo Castro Rendón. En la farmacia de la institución afirman que por este motivo hay tratamientos que sufren interrupciones, y que los laboratorios acceden a proveer drogas sólo cuando los pagos se realizan "al contado".
"Siempre se habla de los tratamientos oncológicos. El cáncer es sinónimo de peligro. Hay tratamientos oncológicos que se interrumpen, pero hay otros casos que también entrañan un riesgo enorme y tampoco reciben una respuesta farmacológica", describió la situación Amanda Ramat, la jefe del Servicio de Farmacia del hospital. "Lo que está sucediendo es una caída en la complejidad de drogas que se pueden suministrar, porque las de la atención primaria, las drogas menos complejas sí las podemos dar", afirmó Ramat.
La nómina que dieron a conocer los gremios ATE y el Sindicato de Profesionales de la Salud Pública de Neuquén incluye anticonvulsivos para pacientes con trastornos neurológicos, drogas para enfermos renales (micofenolato), morfina (oncológicos), y otro extenso listado que en total incluye 80 componentes farmacológicos considerados como prioritarios, ya que, por caso, sirven para atender grandes traumatismos y pacientes diabéticos, por citar dos de los ejemplos más corrientes.
En rigor, la falta de medicamentos es parte de una consigna permanente en los últimos cuatro años, particularmente explicitada por los trabajadores y pacientes nucleados en Favea, el organismo que reúne a los pacientes y sus allegados.
Fuentes de la subsecretaría de Salud reconocieron los problemas financieros. Parte de eso se ve habitualmente en el hospital. Por ejemplo, el mes pasado la empresa que lava la ropa de los cirujanos dejó de hacerlo por un día, lo que hizo suspender operaciones programadas. "Las respuestas económicas funcionan como parches. Van detrás del problema. Para un enfermo esto es desesperanzador", dijo Ramat.
Relató que "hay un momento muy estresante y duro que es tener que decir no" a las personas que llegan a hacer un gran esfuerzo para concurrir al hospital para recibir la medicación.
"Vienen a la farmacia y lamentablemente muchas veces tenemos dar la pésima noticia de que no hay. ¿Alguien está tomando nota de lo que implica poner en riesgo la vida de estos pacientes, y de cómo eso también influye en los trabajadores, que ponemos la cara?", agregó.