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Un oficialismo ortodoxo quiere "garantizar la gobernabilidad" | ||
Se reunieron en Huergo con la premisa de defender a Saiz. | ||
Un grupo de intendentes, concejales y funcionarios se comprometieron antenoche en Huergo a adoptar una rigurosa actitud de resguardo y acompañamiento al gobernador Miguel Saiz, para garantizar plena gobernabilidad. Desestimaron las candidaturas porque "no hay 2011 sin Saiz". Fue una premisa recurrente entre los presentes, planteada inicialmente por el intendente anfitrión Leonardo Ballester y, después, en el cierre por el secretario general de la Gobernación, Francisco González. Ambos fueron los mayores convocantes al cónclave. Entre otros dirigentes regionales, el llamado reunió a los intendentes José Rivas (Chichinales), Hugo Funes (Chimpay), Juan Neyra (Belisle), y Marco Pérez (Maquinchao); el presidente del Foro de concejales, Lucas Pica y otros ediles, como el viedmense Pedro Sánchez. El único legislador fue Mario De Rege, alejado de la bancada de la Concertación. También participaron los ministros Cristina Uría (Salud) y Omar Contreras (Turismo), el secretario de Empresas Públicas, Gabriel Savini, y González. Los invitados fueron cuidadosamente seleccionados por su pertenencia y fidelidad al gobernador, según evaluaron los organizadores. El intendente de Río Colorado, Juan Villalba figuraba y concurría pero se excusó a último momento, enviando una adhesión. El ministro de Educación, César Barbeito fue invitado pero estaba en Bariloche, entonces se disculpó y no asistió. La motivación de la reunión se concentró en formar un sector ortodoxo al mando de Saiz, como garantía de gobernabilidad y apoyo al gobernador. "Priorizar la gestión frente a los múltiples intereses personales, sectoriales o candidaturas anticipadas", comentó un partícipe. Se definieron estrategias de respuestas y de protección a las críticas internas y externas. Existió un riguroso cuidado en la exposición de cuestionamientos a la dirigencia radical ajena al sector. Si afloraban, otros se ocupaban de aquietar ese foco. "No es el tiempo" o "no es el ámbito", eran las excusas. Esas críticas fueron un riesgo advertido por Saiz cuando bendijo la convocatoria. Compartió la reunión, pero solicitó prudencia. Antes del encuentro, el mandatario escuchó ciertas advertencias porque la reunión expondría una clara sectorización y proyectaba un peligroso escenario en el oficialismo. (AV) | ||
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