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Disfrazados, robaron 25 cajas fuertes de un banco | ||
Fue ayer en la sucursal del Banco Francés de la localidad de San Miguel. Los delincuentes, que serían al menos ocho, se hicieron pasar por obreros. | ||
Unas 25 cajas personales de seguridad fueron robadas ayer de una sucursal del Banco Francés de la localidad bonaerense de San Miguel. Los autores fueron al menos ocho delincuentes, quienes actuaron disfrazados de obreros de la construcción y redujeron a un vigilador y a doce hombres que estaban haciendo refacciones en el interior del local. El "gran golpe" comenzó a desarrollarse las 0.30 de ayer en un edificio cercano al banco, sobre avenida Presidente Perón al 1226. Los ladrones ingresaron por la persiana trasera de un garaje por la que los verdaderos obreros sacaban la mampostería para tirarla en un volquete. Una vez dentro de la sucursal, los delincuentes redujeron a un vigilador privado, le sacaron el "pulsador de pánico" que tenía consigo y lo encerraron en un baño, en el que también fueron introduciendo, bajo amenaza, a los doce obreros. Según algunas fuentes, los sujetos se presentaron diciendo que venían a cubrir el siguiente turno de trabajo en la obra. Con distintas herramientas la banda rompió dos paredes de ladrillo hueco y llegó hasta una caja fuerte de casi dos metros de altura, en la que había 25 cofres de seguridad. El contenido de los mismos recién se podrá conocer cuando cada uno de los titulares damnificados brinde su declaración y el detalle de lo que allí guardaba. Mostrando un altísimo grado de organización, los delincuentes trasladaron la enorme caja fuerte en un carrito mecánico y la subieron a uno de los dos camiones que los aguardaban en la puerta del banco: un Mercedes Benz rojo y un Scania blanco. Lo que había dentro de los cofres de seguridad recién se conocerá el lunes, cuando -según adelantó la policía- serán citados los respectivos clientes. "Podría haber dinero, joyas, documentación o nada", se indicó. Los investigadores sospechan que, pese a la contundencia y seguridad con la que actuó la banda, el asalto no salió como lo habían planeado. Es que, según suponen, los delincuentes llevaban los dos camiones con la idea de alzarse también con el tesoro del banco, el cual -sin que ellos lo supieran- había sido retirado de ese edificio hace unos dos meses, cuando comenzaron las tareas de remodelación. La banda permaneció dentro del banco cerca de cinco horas sin que se activara ninguna alarma interna. Allí es donde surge otro de los datos sospechosos: a causa de los trabajos de refacción, las habían desconectado sin dar aviso a la seccional correspondiente. Por el mismo motivo, sospechosamente las cámaras de seguridad también estaban desconectadas y no grabaron ninguna imagen del atraco. El vigilador del banco fue quien radicó la denuncia una vez que pudo liberarse. Ante los efectivos de la seccional 1 de San Miguel explicó que junto con los obreros de la empresa "Estudios y Proyectos", de origen cordobés, estuvo encerrado cinco horas en un baño. A las 3.15 la policía supo que algo andaba mal cuando se activó el único sensor de alarma que permanecía conectado: el de la caja fuerte robada. Para entonces, el botín ya estaba dentro de uno de los camiones y a una importante distancia del lugar del robo. "Cuando la alarma se activó, los delincuentes se habían ido hacía rato, porque si no, los hubiéramos atrapado", señaló uno de los efectivos consultados por la agencia Télam. Ahora, las esperanzas de los investigadores se centran en las cámaras de seguridad de los edificios vecinos de la sucursal bancaria, en los que, probablemente, alguna imagen quedó registrada tanto del ingreso como del escape de los delincuentes. (Télam) | ||
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