Domingo 26 de Julio de 2009 Edicion impresa pag. 21 > Municipales
LA SEMANA EN SAN MARTÍN: Como el iceberg

Como el iceberg, que oculta el grueso de su volumen por debajo de la superficie, la resolución de la ministra de Defensa Nilda Garré ordenando cesar las maniobras militares en Pampa de Trompul, no sólo da la razón al reclamo mapuche, sino que dice mucho más de lo que muestra.

El episodio tiene su origen en noviembre de 2008, cuando la comunidad Cayún ocupó la porción norte de los lotes 29, 30 y 31, bajo jurisdicción del Parque Nacional Lanín pero en comodato desde hace 50 años para uso de la guarnición de San Martín. Se oponían a que esas pasturas y bosquesfuesen utilizados como campo de tiro.

El Regimiento de Caballería de Montaña Cuatro venía haciendo maniobras militares desde hace años en esas tierras, ubicadas a un lado de la ruta a Hua Hum y a 15 kilómetros de San Martín. Recuérdese que el asiento del histórico cuerpo está en plena ciudad.

En 1992, un proyectil fue a dar al techo de una vivienda de las proximidades de Trompul (sin más consecuencias que el susto). Pero por aquella inquietante ocurrencia, Parques Nacionales emitió la resolución 42/92 que, fundada en razones ambientales, prohíbe las prácticas con cualquier tipo de munición de uso militar, real o de salva, en el área protegida.

La resolución 542 de la ministra de Defensa es, a primera vista, la admisión de que el Ejército ha venido incumpliendo hasta aquí la normativa de Parques, al menos en ese tópico.

Pero más en profundidad, la decisión es un espaldarazo a las pretensiones mapuches en esos lotes (también codiciados por inversores inmobiliarios, abundantes aquí), no tanto por la ahora satisfecha demanda de tranquilidad y preservación, sino por el reconocimiento de las comunidades como interlocutoras, en una disputa de contornos fuertes: los "indios" (así les llamaban antaño), Parques, que administra buena parte de los antiguos territorios mapuches, y el Ejército, que algo ha tenido que ver en la llamada "conquista" de estas latitudes.

Más de uno podrá pensar que el columnista exagera, sensibilizado por las demandas mapuches, en ocasiones agresivas y rayanas en un revanchista desprecio por los que no se conduelen de ellos, al estilo de "estás conmigo o estás en contra de mí". Sin embargo, hay una memoria histórica palpable en las comunidades, que podrá sonar anacrónica para muchos pero aparece en los revisionismos, con la figura de Julio Argentino Roca como foco de atención y vituperio.

Luego, Parques Nacionales convive con los mapuches, con más o menos entendimiento según las épocas y las gestiones, pero el Ejército ha tenido un papel casi ajeno en esa tríada, cuando al mismo tiempo pone las botas en tierras que revindican las comunidades nativas.

La resolución de la ministra Nilda Garré no dice nada de estas cuestiones, pero en cambio le ordena a su propia tropa meter los tanques en el garaje, lo quesuena bastante aleccionador.

Y quizá no sea este el último episodio en el que se discuta el rol y la consecuente dimensión del asentamiento militar en San Martín de los Andes, sin que implique demérito institucional. Pero el paso del tiempo ha dejado a la guarnición en el medio del pueblo, en un espacio bisagra entre el centro yel área de expansión urbana, y con tierras apetecidas por propios y extraños.

¿Qué deberá resignar el Cuatro de Caballería de Montaña, la próxima vez?

 

FERNANDO BRAVO
rionegro@smandes.com.ar

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