SENILLOSA (ACC).- Senillosa busca afianzar su perfil económico en base a la producción y el parque industrial de servicios. En los dos ejes la comuna trabaja para respaldar las iniciativas, tanto las del sector privado como el incentivo para los vecinos que se quieren volcar en emprendimientos de menor escala.
Luis Vargas es el responsable de la subsecretaría de Producción y Medio Ambiente. Y desde aquí se busca potenciar los dos aspectos. La ampliación del ejido municipal de 8.000 a 142.000 hectáreas les permitió trabajar sobre las propuestas. "Potenciamos el centro productivo y se captaron inversiones tanto en el plano privado como en los productores independientes", explicó. Entre las iniciativas privadas de envergadura figura el complejo de viñedos que está sobre la ruta nacional 22 y que desde hace algunos años ya está en marcha.
"Sobre un predio de 40 hectáreas, está emplazada la bodega que ya está prácticamente culminada y la plantación de más de 30 hectáreas también en producción y con el procesamiento del vino en otro lugar", dijo Vargas. Se busca que allí se instale el polo de desarrollo vitivinícola.
"Lo que hicimos fue incorporar a las distintas actividades que se llevan a cabo desde el municipio, con la capacitación y otros proyectos", subrayó. Por otra parte, hay pequeños productores con los que se hace un trabajo interesante que les permite acceder a la capacitación a través de un ingeniero agrónomo que se encarga de enseñarles el laboreo y la conducción de planta, a los que se suma la tarea de un enólogo que se aboca al proceso y elaboración del vino.
"Es un grupo que cuenta con una superficie para la elaboración artesanal del vino que cuentan entre 1 a 5 hectáreas. Esto hace que se incentive la producción de vino en forma artesanal, que crezca la economía y que sea todo un sólo beneficio. Que el privado pueda articular con el pequeño productor. Esa es la idea fundamental para hacer de esto un polo de desarrollo vitivinícola", manifestó Vargas.
Para ello, se ejecuta una tarea de sistematización en la zona de la meseta -a unos 30 kilómetros del casco céntrico- hacia el norte. Allí también habrá un complejo de bodegas que cubren unas 100 hectáreas. Son inversiones privadas que llegaron a instalarse a la localidad. "Es un proyecto ambicioso porque contempla no solo la construcción de la bodega, el cultivo de viñedos, sino un barrio de características distintas y de dimensiones más grandes, donde también pueden tener el cultivo de vid y procesar en la bodega", describió.
Este emprendimiento requerirá de mucho esfuerzo e inversión porque se deben hacer, por ejemplo 12 kilómetros de tendido eléctrico. La comuna debe colaborar con los caminos y dotar de la infraestructura necesaria para que se puedan afincar en la zona.