CIPOLLETTI (AC).- El anuncio de la ampliación de la Ruta 22 entre Cipolletti y Allen genera dudas.
Mientras los intendentes de Fernández Oro y Allen realizan gestiones para tener rotondas en los ingresos a sus ciudades, nadie tiene en claro cómo se resolverá el empalme entre las cuatro vías que llegarán hasta el acceso a la Isla Jordán y los trabajos que se están realizando actualmente en Cipolletti.
En este caso sólo se sabe que al menos por ahora, la obra se hará sólo en los dos carriles existentes, sin la ampliación que se prevé desde la Ruta 22 y la circunvalación cipoleña hacia Allen.
La poca información también incluye al proyecto general.
Las dudas sobre la seguridad a la que se verán sometidos automovilistas y peatones que cotidianamente circulan por la zona y sobre todo deben acceder de una margen a la otra, son las que despiertan mayor preocupación por el momento.
Esto porque la obra, a grandes rasgos, implica llevar de dos a cuatro los carriles de circulación.
La semana pasada, los intendentes de Allen, Graciano Bracalente y de Fernández Oro, Juan Reggioni, participaron de una reunión de trabajo con autoridades de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), a cargo del proyecto.
El tema central fue la construcción de rotondas, derivadores o cruces que permitan ingresos más seguros a esas ciudades.
Según informó Reggioni, "sólo hay un anteproyecto" por lo que los plazos anunciados de que en dos meses se llamaría a licitación, se extenderán.
El ingeniero Ricardo Garioni, subgerente de Estudios y Proyectos de Vialidad Nacional explicó que "en 60 ó 70 días se tendrá listo el proyecto definitivo y se podrá llamar a licitación", adelantó el intendente de Fernández Oro.
Reunión informativa
Mientras tanto, en un parte de prensa, el senador nacional Miguel Pichetto anunció que antes se realizará una reunión informativa en la zona para que participen los jefes comunales, técnicos de vialidad y habitantes de las localidades ubicadas a lo largo de la 22 en el Alto Valle.
El sector que quizá sea el más complejo a resolver será el de Cipolletti. No sólo porque la Ruta 22 corta la ciudad sino también porque en la rotonda cercana al puente carretero se produce actualmente un "cuello de botella" por el ingreso de vehículos desde las vías nacionales 22 y 151 y el acceso de la calle Pacheco, donde también está la terminal de ómnibus.
A su vez, se deberán definir los ingresos a la ciudad por Circunvalación y Lisandro de la Torre, donde cerca de 15 empresas ya solicitaron una rotonda donde actualmente está el derivador.
La instalación -en la margen sur de la ruta- de firmas relacionadas con el transporte hace que, en algunos horarios, el cruce hacia el norte se transforme en un peligro constante.
Finalmente, otra de las inquietudes está relacionada con las obras que desarrolla la empresa Quidel en el tramo de la 22 entre el acceso a la isla Jordán y la rotonda.
Cuando hace algunos meses se iniciaron los trabajos muchos especularon, con cierto sentido común, que al ser el Estado Nacional el que financia la obra se estarían construyendo las cuatro vías que permitirían luego empalmar con el tramo que va hacia Allen.
Sin embargo y según informó Caminos del Valle -la concesionaria del peaje- los trabajos no incluyen la ampliación sino sólo la reconstrucción del pavimento existente.
De acuerdo al detalle brindado, esta obra tiene un plazo de ejecución de 9 meses y un monto cercano a los 8.900.000 pesos.