Desde media mañana, cuando los mercantiles cortaron el acceso principal, los usuarios del cerro Catedral hicieron conocer su enojo ante la medida.
Hubo discusiones variadas en la misma ruta, donde los piqueteros dejaron pasar ambulancias y personas enfermas, pero no atendieron otras razones. "Esto afecta sólo a los turistas y no a los trabajadores, porque empezamos a las 10:30 y ya habían subido todos", explicó un dirigente.
Pasadas las 13 se presentó en el lugar del conflicto el fiscal de turno Guillermo Lista y se reunió a solas con Cortés y otros referentes de la AEC. El diálogo duró casi 90 minutos, mientras afuera arreciaban las quejas de turistas, vecinos de Villa Catedral y padres de alumnos de las escuelas de esquí.
Algunos de ellos increparon en duros términos al comisario César Potás, jefe del destacamento caminero de la policía provincial. "Yo no le pregunto, le exijo que despeje la ruta", le dijo un exaltado automovilista, quien dijo tener casa en el cerro "desde hace 20 años".
El comisario le pidió que no lo amenace ni le apunte con el dedo y le recordó que tenía una vía alternativa para llegar a la villa. Por allí el tránsito corrió con grandes demoras porque el precario camino sólo permite el paso de un vehículo por vez.
El fiscal no quiso hablar con la prensa, pero Cortés explicó luego que lo informaron en detalle sobre las actitudes de la empresa CAPSA que motivaron la protesta.
El comisario Potás, en tanto, señaló que el representante de la Justicia provincial concurrió sólo a "interiorizarse de la situación" pero aseguró que no existe una causa penal abierta contra los manifestantes porque "para que se configure delito no tiene que haber otras opciones de circulación". (AB)