"En un segundo sentimos que todo explotó, se llenó de humo y las llamas nos obligaron a dejar todo en las máquinas y salir hacia las puertas", relataba Marisa, un asidua clienta cuando todavía no salía de su asombro.

Agregó que "siempre me siento del otro lado, cerca de donde se propagó el fuego. Pero hoy elegí una máquina más cercana a la puerta. Si no hubiera estado ahí, me habría costado más salir. Enseguida me acordé de Cromañón", manifestó, sin poder ocultar su congoja. A su lado, otra mujer, aún con los vasos con fichas entre sus manos, explicó que el operativo de evacuación fue rápido y preciso.

"Todas las puertas fueron abiertas y salimos sin inconvenientes. Por suerte, éramos pocos y nadie sufrió lesiones. Yo estaba en la caja y la chica ni siquiera alcanzó a darme el vuelto después de haber cambiado el dinero", indicó.

Los empleados, muchos de los cuales fueron impedidos de hablar con la prensa por parte de autoridades de la firma, aguardaban afuera. Muchos perdieron efectos personales en el interior del edificio.