SAN ANTONIO OESTE (ASA).- Con el fantasma de que una deuda de luz que no abonaron los titulares de ´San José´ termine por malograr el precario trabajo iniciado como cooperativa, los 120 obreros que aún dependen de esa firma que está al borde de la quiebra, cobraron ayer la primera suma de dinero obtenida a través del procesamiento del pescado aportado por ´Calme´.
Esos 600 cajones que ingresaron el martes y fueron procesados durante la jornada del miércoles y parte de la mañana del jueves por la totalidad del personal, les aportaron una suma de $16.494, que distribuida entre cada trabajador se convirtió en $100 por cada filetero y un monto similar para los empacadores.
Sin embargo, los nubarrones se siguen acumulando en el horizonte que presenta esta transitoria modalidad de trabajo, porque el aviso de corte del suministro eléctrico de la planta en San Antonio que envió EDERSA poco después de que comenzaran a procesar esa tanda de pescado, renovó el desasosiego de los trabajadores.
Si nadie paga esa deuda, que es anterior a la firma del convenio rubricado para ceder las instalaciones, es posible que el corte del suministro en cuestión de días paralice el funcionamiento de la planta, y por ende la labor de la cooperativa que aún no está enmarcada legalmente.
"En una de las cámaras que está cerrada con candado hay 800 cajas de pescado que pertenecen a ´San José´ y que en su momento nosotros procesamos, y 150 de ellas son de materia prima de primera calidad, por eso solicitamos hace días la posibilidad de vender esos productos, y ahora si aceptaran con el dinero que obtengamos podríamos pagar la luz, para que no realicen cortes", manifestó uno de los delegados de planta.
Sin embargo, nadie ha autorizado esa posible venta y los terceros que decidan ceder fasón para procesar debido al convenio vigente sólo deben pagar el plus por gastos de funcionamiento de planta que insuma el porcentaje de mercadería cedida.
A esos 15 mil pesos de luz, se suman además cerca de $3.000 de gas y un importe de casi $300 de agua, todos correspondientes a gastos generados mientras la planta estuvo inactiva.
La compleja situación también abarca la relación de servicios iniciada entre ´Calme´ (la primera firma que cedió pescado para el fasón) y los trabajadores.