VIEDMA (AV)- El joven operario observaba la escena espantado, sentado en un pequeño paredón, con sus codos en las rodillas y la cabeza entre las manos. No salía de su estupor por lo ocurrido. Minutos antes había estado sobre el techo del Casino, desarrollando su trabajo de soldador. Y de pronto, todo se transformó en fuego y humo; unas 70 personas estuvieron en riesgo, mientras que cientos de miles de pesos en máquinas, ruletas, artefactos y otros elementos, se perdieron por el incendio.
Ayer, después del mediodía, cuando no hacía mucho que el enorme local de Cagliero y Vallese había abierto sus puertas, las llamas consumieron el entretecho y luego se propagaron por todo el interior. Aparentemente, chispas producidas por la soldadura en un extractor de aire sobre el techo, cayeron arriba del cielo raso de lana de vidrio.
El muchacho que trabajaba desde afuera avisó a sus compañeros que estaban dentro a través del hueco y éstos corrieron en busca de la escalera y el matafuegos. Alcanzaron a accionar el extinguidor, pero no hubo tiempo. En un instante, toda la estructura superior se vio envuelta en llamas y el humo llenó el local.
Los empleados abrieron las puertas principales y de seguridad, junto con el efectivo policial y los guardias que trabajan allí. La gente corrió al exterior y todos salieron ilesos. En tanto, dos de los operarios que desarrollaban tareas en la futura sala de "no fumadores" -que pensaba ser inaugurada anoche- y que intentaron apagar el fuego cuando recién se inició, debieron ser llevados a un centro asistencial, producto del humo que los afectó, aunque levemente.
La acción de tres dotaciones de bomberos, dos de Viedma y una de Patagones que llegó para colaborar, no alcanzó para mitigar las consecuencias.
La lana de vidrio incandescente prendió las alfombras, afectó las ruletas, cayó sobre las tragamonedas, produciendo serios destrozos. La policía consideró que los daños, en cuanto al material interno, fueron casi totales. La estructura del edificio, sin embargo, sufrió el impacto del calor en paredes y parte del techo, pero podrá recuperarse.
Algunos trabajadores de Crown Casino, aún afectados por lo ocurrido, relataron que los operarios contratados por esa empresa estaban terminado los trabajos de instalación de un extractor de aire en el techo y a través de un hueco, en un sector rediseñado con el objeto de transformarlo en sala de no fumadores. El mal clima de los últimos días había impedido avanzar y había apuro para poder terminar para habilitar a la noche.
Mientras tanto, unas 30 personas jugaban en las máquinas y mesas. Cuarenta empleados los atendían, en los diferentes sectores. Al declararse el humo y el fuego, el local rápidamente fue evacuado y nadie sufrió lesiones de consideración.
