Los presidentes del Mercosur y países asociados suscribieron ayer una declaración conjunta sobre medidas de protección en respuesta a la pandemia de la gripe A, en la que expresaron su preocupación por la situación sanitaria de la región.
El documento hizo lugar en una de sus cláusulas al pedido de la presidenta Cristina Fernández en el sentido de que se levante el derecho de patente de la vacuna contra la gripe A para que laboratorios de la región produzcan esa inmunización y advirtió que privilegiar esa protección significará "condenar a muerte a millones de personas", mientras reportaron ocho nuevos decesos.
"Sería muy conveniente propiciar una suerte de levantamiento o suspensión en materia de derecho de patente porque la Organización Mundial de la Salud reconoce que estamos ante una pandemia. Privilegiar un instrumento económico significaría condenar a la muerte a millones de personas", dijo Fernández.
Así se pronunció la jefa de Estado al hablar ante la XXXVII Cumbre de Mercosur que se realizó en Asunción, Paraguay, donde sostuvo que laboratorios de Argentina y Brasil "tienen la capacidad instalada para producir la vacuna".
"Ello no significa que se haga gratis", aclaró Fernández respecto de la inmunización contra la nueva gripe, enfermedad que provocó la muerte de 209 personas en Argentina, según reportes de autoridades sanitarias provinciales, que ayer informaron 6 nuevos decesos en Córdoba y 2 en la Ciudad de Buenos Aires.
La presidenta pidió que "no se tergiversen" sus palabras y aclaró que con su propuesta Argentina no "intenta desconocer la ley de Patentes", que protege los derechos de autor de los medicamentos.
"En la Argentina hemos decodificado el genoma del virus que circula por el país y que es similar al del origen en Estados Unidos", expresó la mandataria.
"Estamos ante el siguiente cuadro: pandemia sin precedentes porque estamos ante un virus nuevo y laboratorios que cuentan con la propiedad de la fórmula (de la vacuna) no alcanzan a cubrir la producción de la demanda diaria", explicó la jefa de Estado. En ese sentido, manifestó que "existe en otros países capacidad instalada en sus laboratorios que con transferencia de tecnología podrían estar produciéndola, supongo que debe suceder con Brasil, y sucede con Argentina que tiene también una importante industria farmacéutica".
