Los tejidos musculares que componen el corazón normalmente no pueden regenerarse tras un infarto, en los pacientes que sufren de una insuficiencia cardiaca o en los niños con malformaciones congénitas, explican los autores de este estudio publicado por la revista estadounidense Cell.
Pero la sustancia inyectada, denominada neuregulina 1 o NRG1, una proteína que juega un papel en el desarrollo inicial del corazón y del sistema nervioso, puede desencadenar el crecimiento de células del músculo cardiaco y una restauración de las funciones del corazón. Estos resultados fueron obtenidos mediante inyecciones reiteradas de la proteína en ratones de laboratorio en los cuales investigadores habían generado ataques al corazón.
"En principio, nada impide que esta técnica sea aplicada en humanos. Sobre la base de informaciones de las que disponemos, la NRG1 es un candidato prometedor", indicó el doctor Bernhard Kühn del Hospital de niños de Boston y de la Facultad de Medicina de Harvard (Massachusetts, noreste), uno de los coautores del estudio. Kühn estimó que esta nueva técnica permitiría en el futuro no tener que recurrir únicamente a las células madre para regenerar el tejido cardiaco.