MANAGUA.- El presidente hondureño depuesto, Manuel Zelaya partió ayer en una caravana desde la capital nicaragüense en un segundo intento arriesgado por regresar a su país, a pesar de la advertencia del gobierno de facto de apresarlo si lo hace y de llamados internacionales a que actúe con prudencia.
Apenas conocido el anuncio de reingreso de Zelaya, el gobierno de facto de Honduras adelantó el toque de queda para el sector fronterizo con Nicaragua. Miles de seguidores del mandatario depuesto se desplazaban anoche hacia esa zona para esperarlo y acompañarlo a Tegucigalpa.
"Nosotros vamos con una bandera blanca, con una bandera de paz", señaló a la prensa el presidente, antes de partir con rumbo a la ciudad nicaragüense de Estelí, donde pasará la noche, para luego decidir a qué punto de la frontera se dirigirá.
Zelaya salió desde la embajada de Honduras en un vehículo todo terreno y lo acompañan el canciller venezolano Nicolás Maduro, el ex comandante sandinista Edén Pastora, un grupo de periodistas y otros aliados.
El líder derrocado anunció el miércoles en la noche que emprendería su regreso a Honduras tras fracasar la mediación del presidente de Costa Rica Oscar Arias en busca de su restitución.
Antes de partir, Zelaya expresó que "temor no tengo, pero sí sé que (en el retorno) hay riesgos y tengo amenazas del golpista Romeo Vásquez Velásquez", el general que comanda el Estado Mayor Conjunto del Ejército hondureño.
Zelaya proyectó que su regreso "va a ser como el día sábado o el día domingo que estaremos en el lugar fronterizo, porque vamos despacio... para llegar con un fuerte contingente de hondureños que nos acompañen".
Instalará un "puesto de mando" en Estelí, a poco más de 100 kilómetros al norte de Managua, desde donde evaluarán la manera más conveniente de llegar hasta su país, informó Allan Fajardo, uno de los funcionarios del gobierno defenestrado.
Este sería el segundo intento de Zelaya por retornar a Honduras, después de que el 5 de julio falló el intento que hizo de aterrizar en Tegucigalpa en un avión de matrícula venezolana que lo transportó desde Estados Unidos. En esa oportunidad en otra aeronave que desvió su aterrizaje a El Salvador lo acompañaron varios gobernantes latinoamericanos.
El gobierno instaurado de Roberto Micheletti emitió un comunicado en el que amplía el toque de queda para la zona fronteriza . "Solicitamos la comprensión de la población hondureña y hacemos un llamado a acatar esta disposición adoptada con el afán de proteger la seguridad de las personas y de sus bienes y garantizar el orden y la paz social", destacó.
La intención de Zelaya de volver a Honduras fue calificada el jueves como "apresurada" por el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.
(DPA y AP)