Jueves 23 de Julio de 2009 Edicion impresa pag. 34 > Policiales y Judiciales
Tres jóvenes asesinaron brutalmente a un hombre

BUENOS AIRES (Télam) - Tres jóvenes de 16, 17 y 18 años fueron detenidos acusados de haber torturado y asesinado de 30 puñaladas y golpes en la cabeza a un hombre en su casa del partido de Morón, informaron ayer fuentes policiales.

La principal hipótesis que manejan los investigadores es que el crimen se cometió por problemas de vieja data, que el mayor de los detenidos tenía con la víctima, que era su vecino, identificada como Carlos Castro, de 50 años.

El hecho, que recién fue dado a conocer ayer, ocurrió hace 10 días en una casa situada en García Silva al 1144, donde Castro vivía sólo en una vieja construcción situada en los fondos de un predio.

Vecinos del hombre, que notaron movimientos extraños llamaron, a la policía que cuando arribó al lugar vio a tres jóvenes que salían de la casa, con sus ropas ensangrentadas.

Los efectivos demoraron a los muchachos y, al ingresar al predio, encontraron a Castro asesinado a golpes y puñaladas y con un cinturón alrededor del cuello.

Un jefe policial consultado por Télam dijo que el hombre tenía cerca de 30 heridas punzo cortantes en diversas partes del cuerpo.

Indicó que la causa de la muerte fue un fuerte golpe que recibió en la cabeza con un caño de fibrocemento hallado en el lugar, junto a un cuchillo ensangrentado y el cinturón.

Tras el ataque, los agresores arrastraron el cuerpo de la víctima unos 20 metros, hasta un galpón donde trataron de ocultarlo, añadieron los informantes.

Los tres jóvenes fueron detenidos acusados de homicidio y quedaron a disposición de la Unidad de Investigaciones 4 de Morón y del fiscal del fuero penal juvenil de ese distrito.

Sobre el móvil del ataque, las fuentes informaron que el mayor de los acusados había sido vecino de la víctima, ya que vivía con sus padres adoptivos en una casa lindera.

Según los informantes, el joven solía tener problemas con su vecino, aunque desde hacía tiempo no lo veía porque había abandonado la casa de sus padres, quienes relataron que en el último tiempo su hijo se había tornado "inmanejable".

Entre los interrogantes que rodean el caso los pesquisas no saben aún si los sindicados agresores entraron a la casa por la fuerza o si Castro les abrió la puerta. Esto último lo presumen en tanto la víctima conocía a uno de ellos.

Lo que sí establecieron con precisión fue que los muchachos ingirieron bebidas alcohólicas en la casa de Castro.

De la propiedad los investigadores secuestraron cuatro botellas de cervezas vacías.

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