MADRID.- El tesorero del Partido Popular (PP) de España, Luis Bárcenas, declaró ayer ante el Tribunal Supremo español por su implicación en la presunta trama de corrupción destapada en la principal fuerza de oposición del país.

Bárcenas declaró en calidad de imputado provisional por delitos de cohecho y fraude fiscal en el marco del caso conocido como "Gürtel", una red de corrupción en torno a empresarios vinculados con el PP y dirigentes políticos del partido.

De acuerdo con las investigaciones realizadas por el juez Baltasar Garzón, quien inició el caso pero luego se inhibió, Bárcenas podría haber recibido más de 1,3 millones de euros a cambio de adjudicar contratos a empresas vinculadas a Francisco Correa, presunto líder de la trama de corrupción.

Negocios con actos del PP

El empresario organizaba actos del PP durante el gobierno del ex presidente José María Aznar (1996-2004) y luego continúo haciendo negocios con el partido en Madrid y Valencia, comunidades gobernadas por los conservadores.

"Estoy muy contento de haber podido declarar y de aportar las pruebas que demuestran mi inocencia", aseguró Bárcenas ante las cámaras que esperaban a la salida del tribunal tras tres horas de comparecencia a puertas cerradas.

A su llegada a la sede judicial esta mañana en medio de una gran expectativa mediática, el tesorero de la formación liderada por Mariano Rajoy dijo que estaba "absolutamente tranquilo".

Actualmente, el caso "Gürtel" está dividido en tres ramas: una a cargo del Tribunal Supremo, que investiga a Bárcenas y al diputado del mismo partido Jesús Merino; otra en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, y la restante en la Comunidad de Valencia.

Entre los dirigentes políticos de mayor jerarquía involucrados en la red de corrupción se encuentra el presidente valenciano Francisco Camps, señalado como sucesor de Rajoy al frente del PP. La justicia decidió el pasado 6 de julio mantener el procesamiento de Camps por "existir indicios razonables de un delito de cohecho". (Télam)