Miércoles 22 de Julio de 2009 Edicion impresa pag. 38 > Deportes
OPINIÓN: Poco para decir

Faltan 45 días, pero la única novedad que ofrece la selección de Diego Maradona, con vistas al decisivo partido del 5 de setiembre ante Brasil, es el debate por el escenario del cotejo, luego de que la FIFA aprobó la chance de que se juegue en el Gigante de Arroyito.

Las reformas exigidas por la FIFA, que implicarán un gasto de unos 600.000 dólares, que deberá aportar la AFA, ya que Central no tiene un peso, tal vez no lleguen a tiempo y Maradona podría tener que resignarse a enfrentar a Brasil en su odiado Monumental, donde Argentina, en rigor, le ganó a Brasil en sus tres últimos partidos de local.

Del total de 42 partidos de eliminatorias jugados en River, se sabe, Argentina perdió sólo uno, el mítico 0-5 ante Colombia que casi nos deja afuera del Mundial de Estados Unidos 94, el último de Maradona como jugador, tras su expulsión por doping de efedrina. Los más críticos de Maradona temen que el 5 de setiembre la selección sufra otro resultado histórico, que también la deje con sus chances comprometidas para ir a Sudáfrica 2010.

Es que el seleccionado no ofreció cambios en las eliminatorias con Maradona-DT en lugar de Alfio Basile, apenas un triunfo injusto de 1-0 ante Colombia en el Monumental y las derrotas en la altura, el humillante 6-1 ante Bolivia en La Paz y el 2-0 de Ecuador en Quito. Más aún, la imagen que dejó Argentina fue preocupante, porque el cambio no provocó la esperada reacción y porque los puntos que quedan son cada vez menos.

En plena pretemporada, y sin chances de que la TV nos muestre a los jugadores, es poco el debate popular sobre qué cambios debería realizar Maradona para mejorar la producción, aunque pocos se atreven a discutir la importancia que siguen teniendo los jugadores del exterior, más allá de la gran conquista de Estudiantes.

Juan Sebastián Verón, líder de la hazaña, será posiblemente una cara segura el 5 de setiembre y no hay mucho más. Menos aún discusión táctica, un debate inexistente casi desde la partida de Marcelo Bielsa y luego de que primero Basile y ahora Maradona apelaron más al ánimo y a los nombres que a los esquemas y los dibujos.

La discusión por el estadio del juego ante Brasil, eso sí, suscitó fuertes debates en la dirigencia del fútbol argentino, atareada estas horas en cómo pagar salarios en medio de la inactividad, ante la certeza de que se terminaron los tiempos de ventas millonarias al exterior, pues también los clubes europeos, excepto Real Madrid, sufren la recesión.

En silencio Maradona y con los jugadores retomando el trabajo con sus clubes europeos, la selección argentina, más allá del estadio, no es hoy materia de discusión en un fútbol que, según el dirigente sindical Sergio Marchi, deberá comenzar a revisar el concepto de "clubes grandes".

Los "grandes", dijo ayer Marchi, son hoy Lanús, Vélez y Estudiantes, ganadores y con sus cuentas en orden, todo un lujo, según parece, en el fútbol argentino de estos tiempos.

EZEQUIEL FERNÁNDEZ MOORES

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