JERUSALÉN.- El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, acusó ayer a Israel de querer destruir el carácter islámico y cristiano de Jerusalén para transformarla en una ciudad totalmente judía.
"La ciudad santa está frente a reales amenazas, mientras que hay intentos de transformarla en ciudad totalmente judía, alterando el carácter islámico y cristiano", dijo Abbas.
Así lo expresó en respuesta a las afirmaciones que hizo el domingo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien sostuvo que "Jerusalén unificada es la capital del pueblo judío" y de Israel. "Nuestra soberanía en Jerusalén no puede ser puesta en discusión", declaró Netanyahu, al referirse a las presiones de EE.UU. para congelar un proyecto edilicio judío en el barrio de Sheikh Jarrah, en Jerusalén Oriental.
Israel se anexó en 1981 toda la ciudad, incluidos los barrios árabes del este, y proclamó a Jerusalén su "eterna e indivisible capital". Los palestinos reivindican el sector este como capital de un Estado palestino. Comentaristas israelíes comentaban ayer con preocupación el creciente abismo que surge en las relaciones con el poderoso aliado estadounidense.
Por primera vez desde su llegada al poder a finales de marzo, Netanyahu ha entrado claramente en la ofensiva frente al presidente estadounidense, Barack Obama, escribió Ben Caspit, del diario "Maariv", que comparó la situación con un juego de póquer en desigualdad de condiciones, en el que el mandatario israelí tiene sólo malas cartas.
La nueva manzana de la discordia son los planes para construir 20 viviendas en el barrio de Shij Yaraj, después de que el millonario estadounidense judío Irwin Moskowitz obtuviera permiso de la administración urbana de Jerusalén para construir sobre el terreno que compró en 1985. Para los palestinos, se trata de una nueva provocación. (DPA y Télam SNI)