Lunes 20 de Julio de 2009 Edicion impresa pag. 4 > Nacionales
Ex secretario de Galeano tendría "pequeña fortuna"
La denuncia contra el abogado Lifschitz la hizo su ex esposa Lo acusó de recibir dinero por un video robado a ex juez de la AMIA Dijo que los dólares los tuvo escondidos debajo del colchón

El abogado Claudio Lifschitz, uno de los principales testigos de la causa abierta por la voladura de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) volvió a ser protagonista este fin de semana de dos historias que lo ubican nuevamente en el centro de la escena.

Una de ellas ocurrió el sábado cuando fue atacado a balazos por desconocidos mientras circulaba con su custodio a bordo de su vehículo. Pero la denuncia más comprometida contra el ex prosecretario del ex juez Juan José Galeano, es la que efectuó su ex esposa, quien lo acusó de haber recibido "una pequeña fortuna", luego de sus denuncias por irregualaridades en la investigación original.

Eso es lo que se desprende de la nota publicada ayer por el diario Clarin, donde Beatriz Toribio Astorga realizó estas declaraciones en medio de un juicio por la cuota alimentaria contra su ex esposo, quien fue sobreseído por la Cámara del Crimen porteña en una denuncia por insolvencia fraudulenta, es decir por esconder bienes propios a nombres de terceros.

Un mes antes, Lifschitz había denunciado que fue secuestrado y que le cortaron la espalda con la palabra AMIA.

 

El robo del video

 

Toribio Astorga aseguró que cuando se fueron de vacaciones en 1996, Lifschitz le reveló que "decidió sustraer un video que el juez (Galeano) guardaba y ofrecerlo con el objeto de ganar dinero y darse a conocer".

Contó que un ex policía "consiguió un contacto con el doctor Mariano Cúneo Libarona, quien apareció como adquirente del material que le conseguiría a favor de quien después se enteró por los medios se trataba de Ribelli, quien lo utilizaría a su favor". Se refiere al video en que se ve al juez hablar con Telleldín de un pago para un libro. Precisó que Lifschitz concurrió un viernes de 1997 al juzgado y sustrajo un video equivocado. Tuvo que volver al día siguiente y tomar el correcto."En ese contexto recibió importantes pagos tras tres o cuatro visitas al estudio del citado defensor", aseguró la mujer. Cúneo no quiso hacer comentarios sobre el tema al diario Clarin..

Como fue separado del juzgado de Galeano, Lifschitz "me dijo que recibió la oferta de escribir un libro por el cual también recibió dinero". "Con la idea de hacer una registración (del libro) en EE. UU. decidió gastar parte del dinero en un viaje de tres meses", añadió. Se alojaron en un hotel de Broadway y 42 de Nueva York y alquiló un auto. "No era el nivel de vida de un empleado judicial", acotó.

Al volver "se entrevistó varias veces con la actual presidenta (Cristina Kirchner), quien para entonces era senadora o diputada. Lifschitz no hacía nada sin recibir algo a cambio, así fue como comenzó con las denuncias del caso AMIA, acompañado de su actual abogado Pablo Jacoby". Ese año sacó su libro: "AMIA; por qué se hizo fallar la investigación". Jacoby dijo a Clarin que lo vio tres veces desde el juicio oral del 2001 y que solo lo defiende ahora en un juicio de familia.

Cuando Kirchner asumió la presidencia en el 2003, Cristina -que integraba la bicameral- alentó la pista siria y acusó a Galeano de no haber investigado al comerciante de origen sirio Alberto Kanore Edul. Pero el fiscal Alberto Nisman, quien tomó la investigación tras la renuncia de Galeano, volvió a la pista iraní.

 

Declaración

• "Abrió una cuenta en el exterior a la que se giró dinero tras declarar en el caso AMIA frente al Tribunal Oral que juzgaba a Ribelli y más implicados".

• En el  2003 Lifschitz y su ex esposa viajaron a Marbella. Y fue " testigo de la apertura de la cuenta y de una caja de seguridad en el banco "La Caixa de Barcelona".

• A mediados de 2004, apareció en la casa "con un bolso grande que contenía muchos dólares estadounidenses". Los escondió en el colchón, en bolsas termoselladas. La mujer denunció que Lifschitz le dijo: "la gente que me dio el dinero que se había depositado en la cuenta extranjera era capaz de matarme al igual que a mis hijos".

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