PUERTO SAN ANTONIO ESTE (ASA) Un ejemplar juvenil de ballena franca de 10,5 metros de largo que ayer al mediodía fue encontrado por efectivos de la Prefectura local, habría conseguido retomar su derrotero luego de permanecer varado por más de seis horas en la zona de ´Punta Villarino´ de esta localidad.
Aunque debido a la oscuridad reinante en el momento de registrarse la pleamar, las autoridades de esa fuerza y los biólogos que formaron parte del operativo de rescate no pudieron determinar con certeza que el cetáceo pudo liberarse, todo indicaba que el ejemplar había logrado regresar a su medio.
Por lo que especulan los biólogos del Instituto de Biología Marina Almirante Storni la ballena habría ingresado al Puerto a través de un canal que desemboca en esa zona de playa poco antes de que se registrara la bajamar, pero debido a la altura que en ese sector posee la zona costera la escasez de agua que había comenzado a retirarse le habría impedido desplazarse mar adentro, provocando su varamiento.
"El ejemplar se encontraba boca abajo apoyado sobre un ´banco´ o ´promontorio´ de arena de una altitud considerable, y como la bajante tuvo lugar a las 14.54´ y la Prefectura realizó el hallazgo del ´juvenil´ cerca de las 12.30´, pienso que por ese motivo quedó apresada en la costa" manifestó Raúl González, uno de los profesionales del Instituto.
Debido a la posición en la que quedó el cetáceo no pudo determinarse su sexo, aunque por sus características no se hallaba enfermo ni registraba indicios anormales.
"La cantidad de tiempo que estas criaturas pueden permanecer fuera del agua no puede determinarse, ya que algunos ejemplares resisten más que otros, así que en estos casos para permitirles ´aguantar´ el mayor lapso posible hasta que la pleamar se registre y puedan intentar volver a su medio lo único que podemos hacer es tratar de mantenerlos hidratados" expresó Raúl González.
Debido a esto, tanto los biólogos como los integrantes de la Prefectura que rápidamente se acercaron al lugar para coordinar las maniobras de rescate se ocuparon inicialmente de cavar un foso alrededor del banco de arena en el que se hallaba la ballena que luego fueron llenando de agua para lograr que el animal, en lugar de esperar apoyado sobre una superficie dura, contara con un lecho barroso acondicionado de forma mucho más ´amigable´ para soportar la espera.
Además, con una manguera conectada a una motobomba se ocuparon de mojar continuamente el cuerpo del cetáceo para preservarlo hidratado.
"Lamentablemente lo que no pudimos hacer es liberar una de las aletas dorsales de la ballena, que si bien no estaba lastimada había quedado enterrada en la arena, por lo que especulábamos que cuando comenzara a subir el agua esa dificultad se convertiría en un obstáculo para que pudiera movilizarse rápidamente hacia el mar" explicó González.
Esperando ese momento, la Prefectura dispuso un gomón en el que desde mar adentro fue controlando los movimientos del animal, que pudieron ver cubierto por el agua poco antes de las 19´.