SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- En tres episodios distintos, ocurridos durante la jornada del sábado y la madrugada del domingo, las autoridades de la comisaría Segunda de Bariloche lograron detener a los presuntos asaltantes de una pareja de turistas y a tres sospechosos por robos a vehículos que fueron violentados cuando estaban estacionados en la vía pública.

Todos los hechos quedaron en grado de tentativa y ahora analizan con qué calificación legal avanzarán en la investigación del asalto a los turistas, ya que los agentes que participaron en la detención no lograron encontrar el arma que los damnificados aseguran haber visto.

Una de las investigaciones se inició a las 23:40 del sábado en pleno centro, cuando varios transeúntes observaron la actitud de un hombre que forzaba el baúl de un automóvil Renault 12, que estaba estacionado en Moreno y Villegas, con la presunta intención de robar el equipaje o las herramientas que guardaba allí su propietario.

Con la descripción del sospechoso y el señalamiento preciso que realizaron los testigos, los agentes policiales persiguieron al sospechoso y le dieron alcance en inmediaciones de Villegas y Vicealmirante O´Connor. El detenido es un hombre de 30 años, que deberá enfrentar una causa penal por "robo simple en grado de tentativa".

La otra tentativa de robo a un auto se produjo a las 3:40 de ayer en la avenida Costanera Juan Manuel de Rosas, en el sector de discotecas, cuando dos jóvenes de 18 años fueron sorprendidos por agentes de la comisaría Segunda. Acababan de romper el vidrio de una camioneta Volkswagen Saveiro para sustraer una campera que los tentó desde el interior.

Por otra parte el asalto a los dos turistas se produjo el sábado a las 12 frente a la Catedral de esta ciudad, cuando dos jóvenes de 20 y 23 años de edad presuntamente intimidaron con un arma a una pareja que se tomaba fotografías en ese tradicional sector, logrando así que les entregaran una cámara fotográfica y una mochila donde atesoraban dinero, sus documentos y otros efectos personales.

Los damnificados avisaron en forma inmediata a una pareja de policías y estos iniciaron una persecución que concluyó en Otto Goedecke y Mitre, donde los sospechosos entregaron los elementos sustraídos a los turistas, pero no tenían el arma con que les adjudicaron haber apuntado.