Domingo 19 de Julio de 2009 Edicion impresa pag. 2 > Carta de Lectores
nación ADMITE QUE NO HAY RECURSOS PARA SUBSIDIOS NI PARTIDAS PARA LAS PROVINCIAS

BUENOS AIRES (ABA).- El gobierno nacional no otorgará recursos adicionales a las provincias ni tampoco está dispuesto a incrementar los subsidios para solventar al sector energético, al tiempo que en los próximos días se resolverá realizar una subejecución del presupuesto para "congelar" algunas de las obras públicas en marcha.

Así lo aseguraron importantes fuentes de Casa de Gobierno, las que remarcaron que este paquete de decisiones tiene por objetivo mejorar el perfil de la evolución de las cuentas públicas. Justamente, el balance de Tesorería a nivel nacional empezó a mostrar un panorama mucho más complicado, registrándose en los últimos dos meses un déficit financiero en el Estado nacional, es decir, un desequilibrio en las cuentas tras el pago de los respectivos compromisos de deuda.

En función de este horizonte y tras el resultado de las elecciones del 28 de junio, la gestión Kirchner decidió que se empezara a efectuar "un ajuste fiscal disimulado".

Disimulado significa no hacer un ajuste drástico, como los que se realizaban en la década del ´90, sino que el objetivo es congelar partidas adicionales para las provincias, para los subsidios y para algunas obras públicas", señaló la misma fuente de Casa de Gobierno.

En Infraestructura aún no se ha resuelto qué obras o iniciativas se van a mantener en el congelador.

"El objetivo es reducir el nivel de presupuesto entre un 10 a un 15%, que es la cifra que necesitaría el gobierno para poder cerrar las cuentas públicas de aquí a fin de año, cerca del equilibrio", sostuvo otra fuente.

Además de esa iniciativa, el Estado no está dispuesto a incrementar las partidas de subsidios para la energía, que es la medida que se debería adoptar si Nación accede al pedido del Neuquén de incrementar el gas en boca de pozo.

"Esa decisión es difícil que se adopte. No es fácil que se resuelva un aumento del gas en boca de pozo, porque habría que aplicar, indefectiblemente, algún tipo de incremento en los subsidios a la energía o un aumento en las tarifas, lo cual tendría un costo político inmenso", resaltó el funcionario.

El último mes, el balance de las cuentas públicas mostró un déficit financiero de 1.700 millones de pesos, luego del pago de los compromisos de deuda.

"El problema es la evolución de la recaudación impositiva. Los ingresos están muy por debajo de lo que se había estimado", apuntó un asesor del Ministerio de Economía. De esta manera, se percibe un segundo semestre del 2009 realmente más complicado desde el punto de vista fiscal y el año difícilmente culmine con superávit como lo había proyectado el gobierno.

Con este frente de tormenta por delante, los funcionarios del Estado Nacional admiten que las provincias tendrán que hacer también sus respectivos ajustes.

"La caja se está terminando. Ya no hay opciones para disponer aumento de partidas a las provincias como ocurría hasta el año pasado", puntualizó el funcionario que se desempeña en el Ministerio de Economía.

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