ROCA (AR).- Sin respuestas de ningún tipo y mucho menos soluciones, los jubilados bancarios rionegrinos siguen en pleno trajinar por lograr el derecho más básico a la salud. "Cautivos" de una obra social a la cual aportaron y siguen aportando religiosamente mes a mes, pero sin contar con ningún servicio ni prestaciones a cambio, los afiliados -que en Río Negro suman más de 800 pero representan con grupo familiar más de 2.000 personas- siguen esperando y reclamando por el derecho a "libre opción" de una obra social.

Por eso ahora denunciaron e intimaron a la Superintendencia de Servicios de Salud por el "abandono sanitario" que padecen desde hace largo tiempo.

Poseen la obra social bancaria (OSBA) pero ante la falta de funcionamiento por el corte total de prestaciones que se derivaron de la acumulación de pasivos, pretenden el traspaso al PAMI.

Numerosos reclamos, pedidos, expedientes en curso, acumulan su largo peregrinar ante una situación de "desamparo". Inclusive mantuvieron una reunión con el propio gobernador de Río Negro, Miguel Saiz, que comprometió gestiones a través del titular del Ipross, Alcides Pinazo, pero la falta de atención médica para los jubilados no termina de resolverse.

Frente a esto, el grupo que moviliza las gestiones resolvió denunciar ante las autoridades de la Superintendencia de Servicios de Salud "el accionar de la OSBA por la no prestación de servicios de salud a los jubilados bancarios del ex Banco Provincia de Río Negro" e intimar a ese organismo "por el incumplimiento, a partir de la declaración de crisis de la obra social (?) para que elimine las restricciones que se nos oponen a la libertad de elección de una nueva obra social", expresaron en una carta documento que lleva la firma de los perjudicados.

"Estamos cautivos, no tenemos ningún servicio y en ningún lado quieren atendernos si no pagamos. Si vamos al hospital y declaramos que tenemos una obra social no nos atienden. Entonces tenemos que pagar por cada estudio con la promesa de reintegros que nunca llegan", explicaron los jubilados que motorizan el grupo, Atilio Entraigas y Honorio "Chacho" Salinas.

Los jubilados, todos de más de 65 y 70 años en promedio, no pueden hacerse estudios, chequeos, análisis y ni siquiera una radiografía si no pagan como un paciente particular. Mucho menos pensar en una intervención quirúrgica. Los reintegros tienen demoras de hasta 8 años.

La defensora del Pueblo, Ana Piccinini, absorbió el reclamo e inició un expediente a favor del reclamo pero, cuando Piccinini anunció ante los medios que todo estaba listo para la firma por el traspaso de este sector al PAMI, el trámite quedó trabado. Lo cierto, finalizan los jubilados, "es que estamos dentro de un sistema siniestro como fue el decreto 7, en el cual el Banco Provincia no hizo el aporte correspondiente, con las consecuencias de hoy".