CIPOLLETTI (AC).- Regresó a su casa por instinto, casi arrastrándose. No veía, no oía, estaba toda quemada. El veterinario que la atendió presume que alguien la roció con algún producto en aerosol y que inmediatamente prendió un encendedor. Recién ahora, luego de días de internación para tratar de superar las quemaduras de segundo y tercer grado, la gata está reaccionando y empezó a comer. A otro perro de la misma cuadra las llamas no se le apagaron a tiempo y tuvieron que sacrificarlo.

Al menos tres son las mascotas víctimas de esta bestialidad, en Cipolletti.

Los casos se conocieron luego del ataque que sufrió "Michina", una gata de unos tres años que vivía adentro de una casa del barrio Almirante Brown con su dueño, un nene de 13 años.

El lunes pasado por la noche el animal quiso salir un rato afuera y le abrieron la puerta. Pasaron horas hasta que regresó; no saben cómo. "Estaba toda quemada, tenía los ojos cerrados", relató Marta Cristina Vázquez, la mamá del menor, que aún está consternada.

Ese mismo martes a la mañana la mujer llevó al animal a una veterinaria. "La gata no veía nada, estaba en estado de shock, muy mal", contó el veterinario Sergio Gómez. Tenía quemaduras de segundo y tercer grado en la boca, nariz, ojos y las orejas, principalmente. Había perdido hasta los bigotes y su pelo estaba chamuscado. La hidrataron, la medicaron, la mimaron y recién el viernes reaccionó. Empezó a comer alimentos blandos y a caminar por la veterinaria, aunque con dificultades para respirar.

Gómez dijo que se contactó con un colega y confirmó que hubo dos casos más en el mismo sector, pero de perros. Uno de ellos tuvieron que sacrificarlo por la gravedad de las quemaduras. El otro, está internado. "Es una brutalidad", coincidían. Todos los casos ocurrieron en la misma zona, en calle Ecuador entre Miguel Muñoz y España.

El veterinario dijo que por la forma como está quemada la gata presumen que fue por medio de un aerosol y con un encendedor, porque a un gato es difícil poder rociarlo con algún líquido -sin que escape- y luego prenderlo fuego. "Suponemos que la han quemado de frente. Se le ha prendido fuego la cara y empezó a correr y se terminó de prender el resto del cuerpo. Por suerte, se apagó", mencionó el profesional.

Las quemaduras más importantes las tiene en la cara; la cola prácticamente quedó intacta. Como perdió los bigotes, "Michina" tiene un gran problema ahora para medir las distancias.

Pese a que llegó con los ojos totalmente cerrados, el ojo izquierdo lo pudo salvar. Aún tiene comprometido el derecho y no se sabe si lo podrá recuperar. Es posible que le practiquen una cirugía. "Tuvo suerte de que se apagó y pudo llegar hasta la casa", afirmó el veterinario. "Una persona que hace estas cosas con un animal es una bestia, un enfermo", le dijo Marta a "Río Negro", sin consuelo.